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Introducción

 

Las enfermedades de origen neoplásico, representan un porcentaje relativamente bajo en pequeños animales. Al parecer, solo aproximadamente el 3.1% de entidades que afectan a los gatos, son de origen tumoral y posiblemente un dato levemente más alto, se ha observado en el perro, aunque con información poco específica. Al mismo tiempo, los tumores representan el grupo de enfermedades más importante a nivel de la Órbita, teniendo en cuenta que entre el 85 y 90% generalmente son malignos 1. Las neoplasias de tipo primario surgen del tejido orbital propiamente y las secundarias normalmente se producen en los tejidos adyacentes a la órbita o en tejidos distantes 1,4 . En el caso del humano, el Osteosarcoma primario es un tipo de tumor de hueso extremadamente extraño, con una tasa de presentación de aproximadamente dos por cada millón de personas por año. De igual manera, solo se han reportado 5 casos en la literatura, de Osteosarcoma de tipo secundario o metastásico en la Órbita, para la misma especie 2.

 

Generalmente, los tumores de la órbita afectan a los pacientes viejos, con una edad promedio de 9.5 años, aunque no se descarta su presentación en animales jóvenes. La forma de presentación se caracteriza por ser de forma lenta, con exoftalmia e incluso con desplazamiento del globo ocular, protrusión del tercer párpado y generalmente sin dolor aparente, en fases iniciales. 3

Reporte del caso

 

Un paciente mestizo, macho castrado adulto, de edad indeterminada, fue llevado a evaluación clínica y oftalmológica, por solicitud del propietario a segunda opinión, varias semanas después de haber sido revisado y desahuciado, por un médico veterinario, ante la sospecha del posible desarrollo de un tumor ocular. No pruebas de laboratorio o estudios complementarios se practicaron en esa ocasión. 

 

Una que el paciente arribó, se le practicó una revisión general donde se observó un aumento de volumen en la zona ocular derecha, aparentemente indolora, así como la protrusión del tercer párpado del mismo lado. Con base en lo anterior, se consideró necesario enfatizar la revisión al aspecto ocular del paciente. Durante la evaluación se hizo evidente una congestión conjuntival generalizada, leve opacidad corneal, por disminución en la lubricación de la misma, ya que el paciente no podía cerrar el ojo completamente y la presencia de visión con reflejos visuales; amenaza y seguimiento eran positivos. La respuesta palpebral superior era limitada, aunque estaba presente. La retina del ojo se encontró normal, con presión intraocular en rangos adecuados (17 mm). El ojo Izquierdo no presentó cambios o lesiones que pudieran indicar alguna enfermedad. 

Durante la evaluación se observó igualmente enfermedad periodontal grado II, con sarro dental abundante, encías congestionadas y halitosis. 

 

En una primera aproximación clínica – diagnóstica, se sugirió hacer tratamiento paliativo, con esquema de Doxiciclina Oral, a dosis de 10 mgs/kg, durante 15 días, así como el uso de Lubricante corneal a base de Carbomero, EDTA y Hialuronato de Sodio (Optixcare Eyelube Plus, Aventix Ontario, Canada) y Tobramicina Solución Oftálmica, uso comercial, tres veces al día. El paciente no regreso a nueva revisión. A las pocas semanas, telefónicamente se informó que el paciente había tenido una mejoría inicial importante. Poco tiempo después, nuevamente se hizo contacto telefónico con los propietarios del paciente, quienes reportaron que la mejoría lograda ya no era evidente y que de nuevo el crecimiento del área ocular derecha era notorio. Con base en lo anterior, se sugirió una nueva revisión.

“Como parte del examen clínico general y como se indica en pacientes que desarrollan algún tipo de neoplasia, se practicaron radiografías de tórax, las cuales no mostraron cambios de ninguna naturaleza.”

En la revisión, el propietario mencionó que el paciente había disminuido su estado de ánimo, así como su apetito. El examen general no mostró cambios importantes a nivel sistémico, ni pérdida de peso o ganglios linfáticos regionales o sistémicos aumentados de tamaño. La temperatura corporal se mantenía en rangos normales y no había alguna deficiencia respiratoria. 

 

A nivel ocular, se observó un globo ocular derecho muy aumentado, con un crecimiento retro bulbar duro y poco definido en sus bordes, protrusión de la Membrana Nictitante, así como de la glándula lagrimal del tercer párpado y dolor manifiesto a la palpación (figura 1).  

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Fig. 1  (Paciente mostrando globo aumentado con protru-sión de la glándula lagrimal del tercer párpado, se aprecia el aumento de volumen de la zona, debido a la presencia del tumor emergiendo de la zona orbitaria).

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Fig. 2  (Radiografía simple del cráneo, mostrando cambios a nivel del tejido óseo e incluso el globo ocular proyectado fuera de la fosa orbitaria).

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Fig. 4  (Globo ocular y Tumor extraídos de la fosa Orbitaria). 

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Fig. 5  (Paciente 6 meses después del procedimiento, con una recupera-ción total, sin signos de crecimiento tumoral y llevando una vida comple-tamente normal).

Fue evidente que ya había un compromiso sobre la visión ya que la pupila estaba completamente dilatada sin respuesta a la luz y la retina mostraba cambios atróficos. La presión intraocular aun en rangos normales.

 

Como parte del examen clínico general y como se indica en pacientes que desarrollan algún tipo de neoplasia, se practicaron radiografías de tórax, las cuales no mostraron cambios de ninguna naturaleza. Igualmente, estudios radiográficos de la zona orbital mostraban cambios leves en el tejido óseo orbitario, se observa la masa invadiendo el tejido e incluso la imagen de tejido blando (globo ocular y párpados), a pesar de no ser radiopacos, sobresaliendo de la zona orbitaria (Figura 2). Una vez lo anterior, se propuso practicar una cirugía exploratoria orbital, con la idea de obtener biopsias de tejido, o en caso necesario, practicar una enucleación.

Durante el procedimiento, una vez iniciado, se practicó una Cantotomía la-teral, con el fin de exponer tanto, el globo ocular, como la masa que estaba ocupando todo el espacio retrorbitario. Inicialmente, se realizó una enu-cleación con lo cual el tumor se hizo más evidente y palpable. (Figura 3).

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Fig. 3 (Osteosarcoma ocupando la zona retro bulbar, una vez practicada la enu-cleación, el tejido palpebral igual ha sido retirado).

Fue notable que el crecimiento del tejido tumoral era de gran tamaño y ya había afectado las paredes orbitales, aunque esta aún guardaba gran parte de su anatomía. La órbita se palpaba muy irregular, con el periostio desaparecido, cráteres en el tejido óseo y áreas prácticamente inexistentes. El procedimiento se realizó con mucho cuidado de no generar un mayor daño o, provocar lesiones en el tejido que aún se mantenía intacto. De la misma manera, se cauterizaron algunos vasos sanguíneos y pequeñas áreas de tejido que no fue posible extraer por completo. El tumor se extrajo en fragmentos de diversos tamaños, algunos incluso mas grandes que el globo ocular. (Fig. 4)

 

Al final, una vez que la zona quedo prácticamente limpia y sin rastros de tumor, al menos a simple vista, posteriormente se procedió al cierre, haciendo un entramado con el tejido muscular, conjuntival y la piel periocular. Todo se llevó a cabo de manera convencional.

 

El paciente, se envío a casa, con terapia de soporte, a base de analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios sistémicos. A nivel local se recomendó un Ungüento y limpieza local, varias veces al día, durante la fase de cicatrización. El paciente regreso a los pocos días, como le fue indicado al propietario, con el objetivo de revisar la herida quirúrgica y retirar los puntos. Debido a que no regreso a nuevas revisiones, se le solicito vía telefónica, una nueva visita, habiendo ya transcurrido algunos meses después de haberse practicado el procedimiento.

La última revisión del paciente se realizó aproximadamente a los 6 meses, donde se observó que no había crecimiento de tejido dentro de la órbita, sin inflamación y la zona presentaba cicatrización normal. (Figura 5)

El tejido obtenido durante la cirugía, se envió com-pleto a Patología, con el objeto de tener el diagnóstico completo. 

El informe de Patología, confirmo el diagnostico el diagnóstico de Sarcoma Multilobular de Hueso, los bordes de algunos de los tejidos presentaban aun célu-las tumorales, por lo que un recrecimiento podría ser evidente en algún tiempo. (Figura 6).

Fig. 6  (Diagnóstico histopatológico, confirmando la presen-cia de Osteosarcoma Multilobular).

Es importante resaltar, que mucho de lo que se llevó a cabo en este caso, se realizó de manera altruista, debi-do a los escasos recursos por parte de los propietarios.  El procedimiento se realizó de manera simple, ya que, por el tamaño del tumor, una orbitotomía hubiera fa-cilitado el procedimiento. 

Discusión

El Osteosarcoma es el tumor mas importante que afecta especialmente los huesos largos, aunque no es exclusivo y por lo mismo se puede desarrollar en cualquier tejido óseo, como es el caso de la Órbita.  La presentación en el caso del perro es poco frecuente, aunque no hay muchos casos documentados de Osteosarcoma Multilobular, en la órbita de un perro. A pesar que el pronóstico es re-servado, el caso ha mostrado una evolución favorable y la calidad de vida del paciente se ha visto gratamente mejorada, hasta la fecha de realización de este informe clínico. Posiblemente una Tomografía o una Resonan-cia Magnética, si la situación económica lo permitiera, serían de gran ayuda para establecer la situación real y actual del paciente, en el área afectada.

El seguimiento cercano es la clave para tratar de esta-blecer algún cambio en el estatus actual del paciente. 

Referencia

  1. Kirk G, Veterinary Ophthalmology, Fourth Ed. Pgs 546 y 547.

  2. Rabaji M.T.,Saeedi-Anari G.,Ramezani F. Orbital Metastatic Osteosarcoma, case Report, Arch Iran Med. 2015: 18:2 (123-126).

  3. Miller PE, Dubielzig RR. Part IV: Specific malignancies in the small animal patient. In: Withrow SJ, Vail DM, Page RL, eds. Withrow & MacEwen's Small Animal Clinical Oncology. 5th ed. St Louis, MO: Elsevier; 2013. 603-604.

  4. Liu SK, Dorfman HD, Patnaik AK. Primary and secondary bone tumours in the cat. J Small Anim Pract. 1974; 141–156.

Osteosarcoma Orbital en un perro, reporte de un caso clínico

PALABRAS CLAVE >  Sarcoma multilobular > cantotomía lateral > osteosarcoma > Exoftalmia > Neoplasia

¹ M.V. Ms C. Fred Pineda.

² M.V.Z. Norma Villalpando Diaz.

³ M.V.Z. Juan Carlos Garza.

1,2 Servicio de Oftalmología Veterinario México. 3 Garza Veterinary Clinic, Houston, Tx.

Comunicados al autor: arpineon@hotmail.com

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Resumen

Las lesiones tumorales en pequeños animales, representan un porcentaje relativamente bajo y se ha reportado que aproximadamente el 3.1% afectan a los gatos y posiblemente un porcentaje mayor a los perros, aunque con información relativamente escasa. El Osteosarcoma, también llamado Sarcoma del Hueso, es el tumor más importante, ya que se diagnostica en cerca del 85% de los casos y especialmente en los huesos largos. Sin embargo, igual puede crecer en zonas axiales como; los senos, el cráneo, la órbita, las costillas y las vértebras. 

Los tumores orbitales son el grupo de enfermedades más frecuente de los cuales el Osteosarcoma es el número uno, lo cual representa un desafío tanto para el médico veterinario, así como para el propietario. El diagnóstico se basa especialmente en los hallazgos radiológicos; Radiografías simples o de contraste, Resonancia Magnética o Tomografía, así como la biopsia y los estudios histopatológicos. Este es el caso de un canino criollo adulto, que presentó un aumento de volumen de manera progresiva afectando el globo ocular derecho, el cual, sin diagnóstico adecuado, había sido sugerido sacrificarlo, semanas antes de ser presentado a revisión oftalmológica. Una vez realizada biopsia, se confirmó la presencia de un Osteosarcoma. Radiológicamente los hallazgos igualmente mostraron cambios sugerentes de un crecimiento afectando el tejido óseo orbitario. 

Abstract

 Tumor lesions in small animals represent a low percentage with approximately 3.1% in Cats, and probably higher in Dogs, but with inaccurate information. The Osteosarcoma is the most important bone tumor, found in 85% of cases, in special affecting not only large bones, but also affecting adnexal such as; sinus, skull, orbit, ribs, and vertebrae. Orbital tumors are frequent and a real challenge to the veterinarian, as well as to the pet´s owner with Osteosarcoma as the number one. Diagnostic is based on radiographic; X rays, MRI, CT, and histopathological findings. This is the case of an adult mix male dog who developed a slow and progressive overgrowth over its right eye. The dog was previously suggested to sacrifice. Biopsy and radiology findings came up with relevant information appealing to a Sarcoma of bone.

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