Caso Clínico: Entero-CHRONIC N°3
PALABRAS CLAVE > Fisiológico > nutrición > rendimiento > metabólico
MVZ. Paula M. Trejo Valadez.
Investigador en Nutrición de Mascotas en GRUPO NUTEC.
Introducción
El trabajo y el ejercicio representan una demanda energética, estrés fisiológico y psicológico para los seres vivos, incluyendo al perro y al mismo humano (1), razón por la cual, es importante llevar a cabo adecuaciones en el manejo de estos animales de manera que podamos reducir en la medida de lo posible desbalances en el organismo.
En este artículo haremos una breve revisión de las consideraciones que se deben tener en mente al momento de establecer un manejo nutricional adecuado para los perros de alto rendimiento.
El desempeño de un perro atleta depende de muchos factores: por una parte, podemos considerar el factor genético que, de acuerdo con la Real Academia se define como: “El conjunto de genes de un individuo” (2), lo cual determinará en gran medida la capacidad física, mental y metabólica de un animal para desempeñar una función específica, ya sea zootécnica, deportiva u otra. Esto da pie a la capacidad de razas específicas para desempeñar cierto tipo de trabajos en particular; sin embargo, si tenemos claro la definición de fenotipo: “Manifestación variable del genotipo de un organismo en un determinado ambiente” (2), vemos como hay varios factores alrededor del animal que repercutirán en su capacidad de ser o no ser eficiente para un trabajo determinado.
Dentro de los factores medioambientales podemos mencionar: Preparación/entrenamiento del individuo, capacidad y destreza del adiestrador, frecuencia de entrenamiento, actividad física, condición corporal, estado de salud general, etc. La calidad, intensidad, duración y frecuencia del entrenamiento producirá ciertos cambios en el organismo del animal, incluyendo adaptaciones fisiológicas de acuerdo con el tipo de actividad a desarrollar; por ejemplo: utilización de ciertas rutas metabólicas, hipertrofia muscular, aumento de la masa ósea, densidad mitocondrial, etc (3).
Lo que refiere al estado de salud del animal, es un término muy ambiguo, ya que, al abarcar tantos aspectos de la vida del animal, es hasta cierto punto, complicado definir lo que es un buen estado de salud; sin embargo, podemos mencionar: medicina preventiva actualizada, diagnóstico temprano de algún padecimiento, capacidad cognitiva, salud articular, condición corporal ideal, estado nutricional adecuado. A continuación, haremos una breve reseña de los puntos que debemos tomar en cuenta al momento de definir una estrategia nutricional para perros de alto rendimiento.
Perros de trabajo.
Si bien no existe una definición específica por una autoridad de la lengua española, se sobreentiende que los perros de trabajo son aquellos que son utilizados para desarrollar actividades específicas, ya sea por poseer características hereditarias como: carácter noble o persistente, capacidad olfatoria o cognitiva; o simplemente, por haber recibido un entrenamiento específico que es útil para desarrollar un trabajo. Usualmente suele utilizarse como antónimo de perro de compañía, cuya función, como su nombre indica, es ser compañía de su responsable.
Como mencionamos anteriormente, muchos perros tienen la capacidad de ser entrenados para desempeñar varias labores, dentro de las cuales podemos mencionar: asistencia, detección de sustancias, cacería, guardia y protección, perros guía (para personas con debilidad visual), pastoreo, perros militares, , perros de servicio, perros para terapias asistidas (Figura 1), agilidad, carreras, perros de búsqueda y rescate (Figura 2), perros de trineo, agilidad, carreras, por mencionar algunas de las muchas actividades que los perros pueden desempeñar (3).
Dependiendo del tipo de trabajo que realice el perro, éste trabajará durante jornadas de diferente duración, y con niveles de actividad variables; por ejemplo: un perro de asistencia debe estar atento a las necesidades de su dueño las 24hrs, mientras un perro de detección de sustancias puede trabajar solamente durante la jornada laboral de su manejador, y un perro de trineo puede correr durante varias horas continuas, por ello, es importante abordar el manejo nutricional de estos animales de forma individual, tomando en cuenta las siguientes metas:
• Proveer una adecuada nutrición (3)
• Aportar una fuente de energía
adecuada para cubrir sus requerimientos.
• Minimizar en manera de lo posible el peso y volumen del bolo alimenticio.
• Mantener un adecuado estado dehidratación del animal.
• Compensar cualquier escasez fisiológica provocada por el estrés (1).
• Optimizar el desempeño de la función zootécnica del animal.
• Mantenimiento de la salud del animal.
en cuestión.
Figura 1. Terapia asistida con animales. Cortesía Fundación INCASARA
Figura 1. Grupo especializado en la búsqueda y rescate canino K-SAR.
Fisiología de perros de alto rendimiento.
Es importante tener en mente la fisiología de los animales de alto rendimiento, recordando que el ejercicio representa un aumento en la actividad de varios órganos y sistemas del animal (3).
La conformación de un animal, su capacidad cardiaca y el tipo de fibras musculares que predominen en su cuerpo, pueden definir en gran manera el desempeño de los perros en su actividad zootécnica (3).
Haciendo un breve recordatorio del aparato locomotor, también conocido como aparato musculoesquelético, sabemos que está conformado por los huesos, músculos, tendones y ligamentos. Hacemos mención de ello, debido a la importancia de este aparato en el desempeño de los perros de alto rendimiento, ya que un perro que padezca de alguna enfermedad articular, disminución en la densidad ósea (osteoporosis) (3), pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos mermará de manera considerable su capacidad para llevar a cabo su función zootécnica. Es importante conocer los nutrientes que tienen efecto sobre este aparato, y garantizar su aporte a través de los alimentos (Figura. 3).
Nutrientes clave en la nutrición de perros de alto rendimiento.
• AGUA. El agua es sin duda, el nutriente más importante en la nutrición de los animales (3). En muchas ocasiones suele pasarse por alto su mención, pero, si recordamos que es la molécula que participa en prácticamente todas las reacciones químicas del organismo, transporte nutrientes y desechos, regula la temperatura corporal, lubrica superficies corporales entre otras funciones, es como nos damos cuenta de la importancia de la ingesta de agua (3,5). Todos los perros de trabajo requieren de una mayor ingesta de agua en comparación con sus congéneres (5). Si bien, las condiciones climatológicas, la capacidad de la habilidad de regular la temperatura corporal (jadeo), la intensidad y duración del ejercicio, los niveles de proteína y sal de la dieta y el tipo de alimento (seco, húmedo, semihúmedo) influyen directamente en la ingesta de agua, es importante proveer de agua suficiente al perro de trabajo (5). La ingesta de agua y la producción de agua metabólica, por una parte, y por la otra, pérdidas de agua vía urinaria, fecal y por evaporación mantienen el balance hídrico del animal.
Régimen de hidratación. De forma regular, se recomienda que los perros de compañía tengan acceso a agua limpia y fresca en todo momento; sin embargo, en el caso particular de los perros de trabajo, varios estudios han demostrado variación en el comportamiento de estos animales, ya que se ha observado que algunos perros no beben 5 minutos después del ejercicio a menos que presenten cierto grado de deshidratación, los perros de carrera incrementan su ingesta de agua diariamente, etc. Hay literatura que recomienda que se les ofrezca agua inmediatamente al término de una sesión de ejercicio intenso y rutinariamente durante el entrenamiento (5); sin embargo, esta práctica se considera como un factor de riesgo en la presentación del Síndrome de Dilatación-Vólvulo Gástrico (DVG), por lo que, habrá que tomar en cuenta varios factores antes de definir el régimen que se adapte más a las necesidades del animal en cuestión.
ENERGÍA. Rutas metabólicas para la producción de energía durante la actividad física/ejercicio. Proveer a un perro de trabajo de la cantidad adecuada de energía a través de la dieta es de vital importancia. Recordemos primero los tres nutrientes contenidos en los alimentos que proveen de energía al organismo del animal: los carbohidratos, las proteínas y las grasas (3) , lo que define la densidad calórica de los alimentos, normalmente expresada en Kilocalorías por kilogramo de alimento (Kcal/Kg). La densidad calórica del alimento determinará la cantidad (dosis) recomendada para el perro, y, si recordamos que una de las metas es reducir el volumen y peso del bolo alimenticio, nos lleva a elegir dietas con altas densidades calóricas.
Explicar a detalle la forma en que se deben llevar a cabo los cálculos de los requerimientos energéticos de los perros de trabajo requeriría un artículo completo, razón por la cual, mencionaremos que existen varios algoritmos para dicha función; sin embargo, como hemos mencionado, es necesario que se lleven a cabo estos cálculos de forma individual, ya que la intensidad, duración y frecuencia del ejercicio determinarán los requerimientos energéticos y, dada la amplia variedad de trabajos da como resultado una diversidad de cálculos y rutas metabólicas utilizadas por el organismo para cubrir sus necesidades.
Los carbohidratos, proteínas y grasas son digeridos y absorbidos para posteriormente, intervenir en diversas rutas metabólicas que generan moléculas de adenosin trifosfato, comúnmente conocido como ATP que es un nucleótido transportador de energía química en todas las células (4). La actividad física del animal depende directamente de estas moléculas de ATP (5), los niveles de ATP intracelular suelen disminuir durante el ejercicio, y son reconstituidos inmediatamente in situ a través de las 4 rutas siguientes: (1,5)
• Transferencia de fosfocreatina (PCr). La fosfocreatina permite la reconstitución acelerada del ATP dentro de las células musculares. Esta ruta metabólica es altamente utilizada durante ejercicios de alta intensidad con duración de pocos segundos como: pruebas de agilidad, arranque de una carrera, por mencionar algunos (1, 3,5).
• Destrucción de glucógeno. Conocido como glucogenólisis, es la transformación anaeróbica de glucógeno en moléculas de glucosa (4), lo que conlleva a la liberación de ácido láctico que puede llevar a cambios en el pH (5). La energía provista por esta ruta metabólica alcanza su pico después de 3-10 segundos y permanece durante aproximadamente 30 segundos (1).
• Oxidación de la glucosa. La glucosa es transportada a través de la sangre, llega a las mitocondrias de las células musculares donde sufre una oxidación. Su capacidad de oxidación depende directamente de su capacidad para penetrar en las células musculares, lo que está directamente relacionado con los niveles de glucosa en sangre, que responden directamente al efecto de la insulina, cortisol, etc. La glucosa es la principal fuente de energía de las células musculares durante periodos de ejercicio con duración de 60 segundos a un par de minutos (1).
• Oxidación de ácidos grasos. La oxidación de ácidos grasos en las células musculares deriva de los ácidos grasos de cadena larga que se encuentran en la sangre. Los ácidos grasos penetran en la célula muscular donde son transportados por la carnitina a través de la membrana mitocondrial donde se llevará a cabo la beta oxidación de estos. La oxidación de ácidos grasos de cadena larga es la principal fuente de energía de las células musculares durante ejercicios prolongados (3), a partir de 30 minutos (5) de baja a mediana intensidad (1).
Con esta breve revisión de las 4 rutas metabólicas utilizadas por el organismo del animal en diferentes tipos de ejercicio, comprendemos que, en estadios iniciales de ejercicio, el uso de proteínas y grasas como fuente de energía es mínimo (5). La oxidación de proteínas y gluconeogénesis es la ruta metabólica que sintetiza glucosa a partir de moléculas que no son carbohidratos (4) se activará entonces, cuando haya una disminución de glucógeno en ejercicios de resistencia.
GRASAS. Como se mencionó anteriormente, la grasa es un nutriente que provee energía, aproximadamente 8.5Kcal de energía metabolizable (EM) por gramo de materia seca del alimento (3) lo que representa casi el doble del aporte energético de los carbohidratos y las proteínas. Este comportamiento energético de las grasas determina su papel en la formulación de alimentos para perros de trabajo, ya que, ayudarán a formular alimentos con una elevada densidad calórica además de promover una buena palatabilidad, cualidad de un alimento de ser grato al paladar (2).
CARBOHIDRATOS. En párrafos anteriores se mencionó que, dependiendo del tipo de ejercicio, el organismo del animal utiliza ciertas rutas metabólicas para obtener energía a partir de moléculas de hidratos de carbono. Se considera que los perros tienen una gran habilidad para utilizar carbohidratos (3). Los carbohidratos proveen aproximadamente 3.5Kcal de energía metabolizable (EM) por gramo de materia seca del alimento (3), razón por la cual, no suelen ser un ingrediente que determine la densidad calórica del alimento, ya que, como mencionamos es importante que los perros de trabajo consuman dietas con alta densidad calórica.
PROTEÍNAS. La proteína dietética se utiliza para cubrir las necesidades estructurales, bioquímicas y para producir energía.
La elevación de los requerimientos proteicos derivada del trabajo ejecutado por perros de alto rendimiento depende de la intensidad y/o duración de la actividad del perro (3).
Las proteínas aportan solamente 3.5Kcal de energía metabolizable (EM) por gramo de materia seca del alimento (3). Más allá de considerar solamente el nivel de inclusión de la proteína en la dieta, es de vital importancia que éstas sean de buena calidad, lo que puede verse reflejado en el perfil de aminoácidos y la digestibilidad de estos (1).
Recordemos que los aminoácidos son utilizados para la síntesis y reparación de tejido muscular necesarios durante el programa de entrenamiento y acondicionamiento del perro. Los aminoácidos proveen del 5-15% de la energía necesaria durante el ejercicio.
FIBRA DIETÉTICA. La fibra dietética incrementa la cantidad y humedad de las excretas, afectando el nivel de hidratación del perro (1). Recordemos que las fibras solubles (fermentables) sirven como fuente nutricional para la microbiota intestinal, mientras que las fibras insolubles (no fermentables) afecta el tránsito gastrointestinal, lo que produce una cantidad elevada de heces durante la jornada de trabajo, lo que puede llevar a una inadecuada defecación y aumento en la cantidad de heces, aumentando ligeramente el peso del perro de trabajo (5). Como en muchos aspectos de la nutrición, la clave es el balance de estos dos tipos de fibras para tener un efecto benéfico en la salud de los animales.
VITAMINAS Y MINERALES. Nuevamente la intensidad, duración y frecuencia del ejercicio determinará los requerimientos de vitaminas y minerales.
En términos generales, el aporte vitamínico puede ser duplicado; sin embargo, se recomienda administrar una dieta completa y balanceada para evitar deficiencias vitamínicas.
Respecto al requerimiento de minerales, podemos enlistar:
• Cobre (Cu). Previene ciertos tipos de anemia.
• Hierro (Fe). Previene la anemia.
• Magnesio (Mg). La deficiencia de magnesio disminuye la resistencia al ejercicio, la adaptación a cambios de temperatura, cambios en la excitación neuromuscular, astenia asociada a calambres y laxitud de ligamentos.
• Yodo (I). Necesario para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, y su efecto sobre el metabolismo del animal. Previene la distrofia muscular, es la enfermedad que causa degeneración y debilidad del músculo esquelética (4).
• Selenio (Se). En combinación con la vitamina E, preserva la integridad celular.
• Zinc (Zn). Participa en la contracción muscular.
ANTIOXIDANTES. Existe una relación directa entre el ejercicio y el aumento de la tasa de consumo de oxígeno (O). Inclusive una tasa de oxidación metabólica normal representa una producción elevada de radicales libres (RL) altamente reactivos, independientemente si se trata de un ejercicio aeróbico o anaeróbico. El organismo del animal intentará compensar esta cantidad de radicales libres, aumentando la movilización de moléculas antioxidantes, que pueden no ser suficientes provocando un estrés oxidativo. Por esta razón, la mayoría de las dietas para perros de trabajo tienen añadidas moléculas antioxidantes como la vitamina E, vitamina C y selenio (3).
Manejo nutricional del perro de trabajo
El manejo nutricional de los perros de trabajo depende del tipo de ejercicio que este realice, con base en los objetivos nutricionales establecidos previamente.
Parte de este manejo nutricional incluye:
• Selección del alimento. Existen varias estrategias nutricionales viables para cubrir los requerimientos nutricionales de los perros de trabajo; por ejemplo: dietas comerciales, alimentos caseros, utilización de suplementos, etc. Cualquiera que sea la estrategia elegida, es importante recordar que el alimento debe ser: con densidad calórica elevada que compense los requerimientos energéticos en un bolo alimenticio reducido, palatable y con alta digestibilidad (>80%) para reducir la cantidad de heces, la pérdida de líquidos a través de las excretas y disminuir el riesgo de diarrea por estrés, y por último, práctico, es decir, que sea accesible económicamente, que no requiera un almacenamiento dificultoso, entre otros aspectos (1,3) (Figura 3).
• Régimen alimenticio. El régimen alimenticio incluye la cantidad de alimento ofrecida, la frecuencia y la relación del momento en que se ofrece el alimento y el ejercicio, el uso de suplementos y la ingesta de agua. El alimento no lo es todo, ya que es posible ofrecer la dieta adecuada en el momento incorrecto, por lo que puede predisponer a desbalances nutricionales y a la presentación de vómito, regurgitación o inclusive Síndrome de Dilatación-Vólvulo Gástrico (3,5).
Conclusión
Dadas las condiciones mundiales actuales, en las que se evita llevar a cabo actividades multitudinarias, que requieran la movilización de personas, es comprensible que se hayan suspendido las competencias de perros; sin embargo, existen otros trabajos que no pudieron detenerse a pesar de la emergencia sanitaria, razón por la cual, la salud y bienestar de los perros de trabajo sigue siendo una prioridad.
La nutrición no tiene la capacidad de compensar deficiencias genéticas o de entrenamiento; sin embargo, ajustar la dieta, el régimen alimenticio de acuerdo con el tipo de actividad que realice el animal (intensidad, duración y frecuencia) ayuda al perro de alto rendimiento a expresar todo su potencial(5), de ahí la importancia de que los Médicos Veterinarios lleven a cabo un programa nutricional adecuado para ayudar al mantenimiento de la salud de los perros de trabajo, para que puedan llevar a cabo su función zootécnica
Biblografía
1. Kelly N. & Wills J. (1996). Manual of Companion Animal Nutrition & Feeding. United Kingdom: British Small Animal Veterinary Association.
2. Genético (2020) en Real Academia Española: Diccionario de la lengua española (23ª edición). Recuperado de <https://dle.rae.es/> [Agosto 2021]
3. Toll P., Gillete R. & Hand M. (2010). Feeding Working and Sporting Dogs. En Small Animal Clinical Nutrition(321- 352). USA: Mark Morris Institute.
4. ATP, gluconeogénesis, osteoporosis (2020) en Clínica Universidad Navarra: Diccionario médico. Recuperado de <https://www.cun.es/diccionario-medico> [Agosto 2021]
5. Wakshlag J & Shmalberg J. . (2014). Nutrition for Working and Service Dogs. Vet Clin Small Anim , 44, 719-740.