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El perro y gato que orinan o defecan en sitios inapropiados: Una revisión de las causas conductuales y clínicas.

PALABRAS CLAVE > Conducta felina y canina > conducta de eliminación > conducta olfativa > marcaje > eliminación de sitios inapropiados > comunicación olfativa

MVZ Ximena Karina Torres Melchor.

Alumna del Programa Único de Internado en el área de Etología Clínica 

(HVE-FSEC de la FMVZ UNAM).

MVZ EMCV (EC) Gabriela de Jesús Constantino Corzo.

Clínico responsable de consulta en el HVE-FSEC de la FMVZ UNAM. 

Autor de correspondencia gabrielacorzo@hotmail.com gajecoco@comunidad.unam.mx 

MVZ EMCV (EC) Sofía Alicia Rodríguez Viniegra.

Clínico responsable de consulta en el HVE-FSEC de la FMVZ UNAM

MVZ EMCV (EC) Yunnuén Estefanía Barrera Roens.

Gerente de División Animales de Compañía en Bimeda México.

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Resumen

Además de cumplir la función de desechar restos y productos del metabolismo, la orina y heces representan un papel importante en la comunicación olfativa de los perros y gatos. Estas conductas normales (por ejemplo: el marcaje con orina o heces) que realizan, suelen transmitir mensajes de connotación sexual o territorial. Sin embargo, la eliminación también puede ser un signo de diversas patologías orgánicas y/o conductuales. Independientemente de la causa, cuando un perro o gato elimina fuera del sitio asignado para ese fin, puede provocar molestia en el tutor. Se propone el uso del término “eliminación en sitios inapropiados” para unificar la terminología hispanohablante.

Introducción

 

La función fisiológica de la orina y las heces

Los animales domésticos excretan mediante la orina los productos finales del metabolismo, y en las heces expulsan los materiales que no fueron utilizados por el organismo (González, 2018; Salido, 2018). 

 

La orina y heces además de cumplir con su función fisiológica en cuanto al metabolismo también están implicados en la comunicación de los mamíferos.

 

a) La comunicación olfativa

La comunicación se puede definir como la transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor (Oxford Languages), pudiendo darse entre individuos de la misma especie o de especies diferentes. 

 

En la comunicación se hace uso de los sentidos: desde la vista (para identificar los mensajes del lenguaje corporal), oído (para captar las diferentes vocalizaciones que se emiten), tacto (al realizar ciertas acciones que impliquen contacto físico) y el olfato (al captar partículas de esencias que llevan mensajes para otro individuo, incluso tiempo después de haber sido dejado) (Suzuki, 2019). 

 

Particularmente hablando del papel del olfato en la comunicación, es importante mencionar que los mensajes pueden ser captados olfateando directamente al individuo, o sobre superficies (marcaje con esencias) (Wells, 2017). 

 

El marcaje con esencias es aquel en el que se libera algún olor mediante la orina, heces o mediante la liberación de secreciones de ciertos órganos glandulares (Kleiman, 1966); estas esencias conllevan información sobre el individuo que la ha liberado. Se menciona que algunas de las características que los mamíferos pueden expresar de esta forma son: el sexo, estado reproductivo, estado de salud, entre algunas otras características individuales (Sharpe, 2015), e incluso señales emocionales, como el miedo (Siniscalchi, 2016).

 

Comunicación olfativa en perros

 

1) Función general de la orina y heces

En los perros la forma más común del marcaje con esencias es mediante la orina (McGuire, 2008). Se ha reportado su uso para la definición de territorios, enmascarar las esencias de otros perros, comunicación del estado social y competencia intra-especie (Cafazzo et al., 2012; Lisberg y Snowdon, 2011). Se cree que el estado reproductivo puede dificultar la comprensión de los mensajes, ya que los perros tardan más en olfatear orina de los individuos gonadectomizados que de aquellos que no lo están (Riach, 2017).

 

Particularidades de la secuencia de eliminación 

La postura que se toma para orinar varía entre el sexo y la edad (McGuire, 2008), los cachorros y juveniles machos suelen orinar recargando el peso hacia adelante y bajando ligeramente el tren posterior, mientras los adultos machos comúnmente levantan uno de los miembros pélvicos y las hembras suelen orinar flexionando ambos miembros pélvicos y dirigiendo la cadera hacia el piso (Sprague y Anisko, 1973). Aunque esas son las descripciones comunes, siempre pueden suceder variaciones.

 

Comunicación olfativa en gatos

 

• Función general de la orina y heces: A diferencia del perro, el gato utiliza otros tipos de marcaje (como la frotación y el marcaje con garras como los más comunes) con mayor frecuencia antes que la orina, ya que los felinos no suelen tener encuentros frecuentes cara a cara con sus congéneres, y hacen uso de otros tipos de comunicación que puedan durar mayor tiempo en el ambiente (Bradshaw y Cameron-Beaumont, 2000).

 

Se cree que la orina puede proveer información sobre el estado sexual, localización o estado emocional de otro individuo (Crowell-Davis et al., 2004), mientras el uso de las heces para la comunicación se limita a la delimitación de territorio (Crowell-Davis et al., 2004).

Particularidades de la secuencia de eliminación

 

Es importante dividir la secuencia según el fin: eliminación de desechos (vaciamiento del contenido de la vejiga/colon) y comunicación.

 

Los gatos tienen secuencias específicas para eliminar desechos: inician rascando el sustrato, posteriormente flexionan los miembros pélvicos y liberan el desecho en gran cantidad sobre la superficie (horizontal), al terminar, algunos olfatean la orina y cubren sus desechos con el sustrato (Sung et al., 2006). La secuencia para defecar es casi idéntica, el único cambio es que no hay una flexión de miembros pélvicos tan marcada (Borchelt, 1986; Sung et al., 2006).

 

La postura típica de marcaje con orina es aquella en la que el gato se mantiene con todos los miembros extendidos, levanta la cola y la mueve rápidamente de lado a lado mientras libera orina en pocas cantidades (Herron, 2010), sin rascar previamente o posterior a orinar (Wemmer, 1977). En algunas ocasiones pueden presentar la misma secuencia, pero con los miembros pélvicos flexionados (Herron, 2010).

Principales causas de la eliminación en sitios inapropiados en perros y gatos

 

• Clínicas: Antes de emitir un diagnóstico conductual, siempre se deberá descartar la posibilidad de alguna alteración médica, y en caso de estar presente se le deberá dar el abordaje correspondiente (Herron, 2010).

 

Si se trata de orina fuera del sitio designado, lo primero que se deberá descartar será una enfermedad del tracto urinario bajo (ETUB). Las ETUB son aquellas que afectan a la vejiga y uretra, se manifiestan comúnmente por la presencia de periuria, ligada a otros signos como: hematuria, estranguria, lamido del área genital, entre otros (Del Ángel-Caraza, et al., 2010).

 

En el caso de gatos, las ETUB son uno de los principales motivos de consulta en las clínicas en diferentes partes del mundo; representando el 8% de la casuística total de gatos atendidos como ocurre en el Hospital Veterinario para Pequeñas Especies de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma del Estado de México (Del Ángel-Caraza, et. al., 2017).

 

Otro grupo de enfermedades importantes de descartar son aquellas que involucran al sistema endócrino, que usualmente provocan un incremento en la frecuencia/cantidad de las eliminaciones, tales como: la diabetes e hipertiroidismo (Herron, 2010). Además, en el caso de heces, se deben descartar todas las enfermedades que provoquen diarrea. Por último, hay que considerar que cualquier alteración que provoque dolor, tanto en el tracto urinario, como en la región pélvica o incluso ortopédico, que limite los movimientos del animal y a su vez le dificulte la entrada/llegada al sitio de eliminación, (Carney, 2014) podría provocar que el animal elimine en un sitio alterno.

 

Asociadas a la conducta

 

Diferencia entre conducta problema y problema de conducta.

Es importante tener en cuenta que muchas conductas normales de los animales pueden resultar molestas o indeseables para el tutor (Amat, 2009), a este tipo de conductas no deseadas les llamaremos conductas problema, mientras a aquellas conductas verdaderamente patológicas, les llamaremos problemas conductuales. 

 

Como conducta problema

 

a) En perros

 

• Falta de entrenamiento / preferencia de sustrato: De manera habitual, desde las tres semanas de edad, los perros comienzan a orinar y defecar sin la estimulación de la madre. Entre las tres y ocho semanas ya eliminan a necesidad, sin importarles la localización (Overall, 2013) y, a partir de la quinta semana de edad comienzan a hacerlo en un sitio definido (Landsberg, 2003). 

 

Se recomienda iniciar el entrenamiento de baño entre las 8 y 9 semanas de edad, cuando el cachorro es capaz de captar los olores de la orina/heces y empieza a buscar eliminar fuera del nido. (Houpt, 2011) En este momento también ya es capaz de asociar las recompensas por utilizar y desarrollar una preferencia hacia sustratos (Overall, 2013).

 

Se considera que perros mayores a los seis meses de edad que no aprendieron a asociar un sustrato o sitio de eliminación elegido por el tutor, y que por lo tanto eliminan en cualquier sitio del domicilio que les resulte cómodo, presentan esta conducta problema (Overall, 2013).

• Por falta de acceso al sitio de eliminación.

Dentro de esta categoría se considera al individuo que elimina en un sitio no deseado después de un largo periodo sin tener acceso al sitio de predilección. Todos los perros eliminarán después de 3 eventos: al despertar, después de comer, tomar agua y ejercitarse (Overall, 2013), el tiempo varía según el individuo, pero se debe tener en consideración que el perro adulto puede retener la orina por hasta 6 horas (Overall, 2013) y el cachorro, según la talla, entre 1 y 2 horas (Houpt, 2011); por lo que es importante siempre brindar acceso a sitios de eliminación en todo momento.

 

•  Por excitación

Sucede cuando el perro está emocionado o excitado, comúnmente durante el saludo a los tutores (Hargrave, 2012). Cuando se trata de excitación, el perro no se posiciona para orinar y suelta la orina en gotas o en chorro, e incluso pareciera no estar consciente de que está eliminando (Borns-Weil, 2018; Overall, 2013). Es común en individuos jóvenes que carecen de control neuromuscular cuando se excitan (Overall, 2013), pero puede permanecer en el perro adulto (Hargrave, 2012).

 

• Demanda de atención

Aunque no es tan común, sucede cuando el individuo orina o defeca enfrente del tutor (mientras este está comúnmente ocupado) con el fin de tener atención pasiva o activa (Overall,2013). 

 

•  Sumisión

Algunos perros son incapaces de controlar la micción voluntaria cuando tienen miedo en situaciones agonísticas que perciban como una amenaza, por ejemplo: hablarle en tonos fuertes o dar castigos físicos (Landsberg, 2013). Es importante identificar señales de miedo en el lenguaje corporal (previo o durante la eliminación), como: dirigir las orejas hacia atrás, cola entre miembros pélvicos, evasión del contacto visual y/o posicionarse en decúbito dorsal/posturas bajas (Landsberg, 2013; Overall, 2013).

 

•  Marcaje

Como previamente se mencionó, en caninos el marcaje con orina es la principal forma de marcar con esencias. Este se caracteriza por la liberación de orina y/o heces en poca cantidad (es decir, no liberan todo el contenido retenido) (Overall, 2013). Existen dos tipos de marcaje que se consideran dentro de las conductas problemáticas: el del tipo sexual y el de tipo territorial. 

En algunos cánidos (captivos y de vida libre) se sugiere que las hormonas pudieran estar fuertemente ligadas a la presentación de esta conducta, ya que se ve un incremento marcado durante la época reproductiva (Asa et al., 1985). Se han estudiado posibles fluctuaciones estacionales en perros de vida libre, y se ha encontrado que sí existen épocas (principalmente para las hembras) en las que el marcaje incrementa (Pal, 2003). 

 

El marcaje territorial será aquel que se realiza en las áreas delimitantes del territorio del grupo social, y en hembras cerca o a la periferia de los nidos, según un estudio de perros domésticos de vida libre (Pal, 2003). 

 

Además, los perros también suelen realizarlo sobre objetos novedosos (Borns-Weil, 2008), y se ha propuesto que lo hacen para que los objetos sean más familiares para ellos (Pal, 2003).

 

b) En gatos

Estos problemas se pueden dividir en dos grandes clasificaciones: marcaje sexual y por problemas asociados al lugar o sustrato designado (preferencias y aversiones).

 

•  Marcaje sexual

Este tipo de marcaje se presenta en individuos no gonadectomizados, tanto machos como hembras, con el fin de anunciar su presencia y disponibilidad para la reproducción; suele estar acompañado de vocalizaciones (Carney et al., 2014). Es común que suceda en machos (aun gonadectomizados) cuando perciben la presencia de una hembra en estro (Landsberg, 2013).

 

• Problemas asociados al sitio o sustrato designado

El gato puede desarrollar aversión por características poco agradables del sitio o sustrato ofrecido (Herron, 2010). Cuando sucede una aversión al sitio puede ser por dificultad de acceso; por estar en un lugar transitado (Borns-Weil, 2018; Carney et al., 2014); por experiencias desagradables como manejos invasivos por parte de algún humano, peleas con otros gatos, dolor en algún uso previo, cualquier susto por sonidos, etc. (Herron, 2010; Carney et al., Borns-Weil, 2018). 

 

Cuando se desarrolla una aversión al sustrato lo más común es que se asocie a un manejo inadecuado de la limpieza, como la presencia visual de desechos en el arenero (Ellis, 2017), aunque puede también suceder por características específicas de sustrato como la presencia de aromatizantes fuertes (Overall, 2013) o que sea de textura desagradable (Horwitz, 1997).

 

Al igual que las aversiones, se pueden dar preferencias hacia un sitio o un sustrato; se han realizado estudios experimentales en los que se ha reportado que los gatos prefieren los areneros más grandes (Guy, 2014), incluso si son techados (Villeneuve, 2018). 

 

En cuanto al sustrato, los gatos prefieren aquellos a base de arcilla sobre los de sílice y pellets biodegradables (Villeneuve, 2017). Los lugares que suelen ser preferidos son aquellos que proveen de mayor privacidad, seguridad y de fácil accesibilidad (Herron, 2010).

Como un signo de la patología 

conductual

La eliminación en sitios indeseados nunca será un diagnóstico por sí solo, cuando está presente actuará como un signo (de diversos diagnósticos de problemas conductuales), se mencionarán los más comunes a continuación:

 

• Ansiedad, miedo y fobias

El animal puede orinar o defecar durante un evento que provoque miedo, ansiedad o fobia, por la excitación del sistema simpático (Lindell, 2017). Cuando se trata de orina, pueden vaciar la vejiga, o depositarla poca cantidad (principalmente cuando se asocia a marcaje), en cuanto a heces lo común es que se vacíe el contenido del recto (Landsberg, 2013; Sapolsky, 2004; Scholz y Reinhardt, 2007; Tomlinson, 2016).

 

El ejemplo más claro de la ansiedad es en perros con problemas relacionados a la separación, en los cuales la eliminación en sitios inapropiados es una de las principales quejas del tutor (junto con la destrucción y vocalización), probablemente por el impacto que provoca, a diferencia de otros signos de ansiedad, como la deambulación, salivación, jadeo, etc. (van Rooy, et al., 2018).

 

• Disfunción cognitiva

Esta alteración sucede en animales gerontes que eliminan en lugares/superficies aleatorias; se caracteriza por una pérdida del aprendizaje sobre la secuencia de la eliminación: desde el control voluntario, la señalización a los tutores para ser llevado al sitio adecuado o incluso la asociación con el sitio adecuado (Landsberg, 2013).

 

Terminología

Los términos “micción inadecuada”, “defecación inadecuada”, “eliminación inadecuada” y “eliminación inapropiada” han sido utilizados en la literatura hispanohablante, en documentos que hablan desde enfermedades clínicas (Darder, 2009) hasta patologías conductuales (Caudevilla, 2021; Mentzel, 2006; Calle, 2007; Vivas, 2008).

 

En la literatura en inglés se encontró el primer uso del término “inappropiate urination” (que se puede traducir como micción inapropiada en un reporte de caso de un gato con diabetes neurogénica (Court, 1983), cuatro años después se utilizó en la literatura asociada a la etología, en el reporte de 133 casos de problemas de comportamiento remitidos al Hospital de Pequeñas Especies de Países Bajos (Knol, 1987). 

 

Objetivos 

Sintetizar información, a partir de la búsqueda y recopilación de literatura, sobre todas las causas conductuales y clínicas más frecuentes por las que perros y gatos depositan orina/heces en sitios inapropiados, para ayudar al médico general a diferenciar las diferentes causas de la eliminación fuera del sitio asignado.

 

Realizar una comparación entre las diferentes terminologías en español utilizadas para denominar esta problemática, y proponer terminología unificada y apropiada.

 

Materiales y Métodos

Se realizó la búsqueda en los operadores de bases de datos electrónicos Google Scholar® y Elsevier®, y la posterior revisión de escritos (tesis, reportes de caso, artículos originales, artículos de revisión, artículos de divulgación) desde el año 1970 hasta el año 2021, tanto en inglés como en español; que incluyeran los términos: “micción inadecuada” y perros o gatos, “micción inapropiada” y perros o gatos, “defecación inadecuada” y perros o gatos, “defecación inapropiada” y perros o gatos, “eliminación inadecuada” y perros o gatos, y “eliminación inapropiada” y perros o gatos. En inglés se utilizaron los términos “housesoiling” y canine o dogs o feline o cats; “inappropiate toileting” y canine o dogs o feline o cats; “inappropiate urination” y canine o dog o feline; “inappropiate defecation” y canine o dogs o feline o cats; “micturition” y canine o dogs, feline, cats y mammals; “urine communication” y mammals, feline y canine; “urine marking”; “scent marking” y mammals, canine, feline.

 

Se seleccionaron todos aquellos escritos que contenían la eliminación, posteriormente se realizó una síntesis, separando las particularidades por especie.

 

Resultados

Se consultaron 59 artículos en inglés y español sobre el problema de eliminación, comunicación olfativa y función general de la orina y heces. Se descartaron aquellos que no tuvieran relación directa al objetivo de este artículo, por lo cual se utilizaron 50 textos para la redacción de este escrito.

Discusión

El término “eliminación inapropiada” (y sus variedades) lleva más de 20 años en uso desde que se utilizó para reportar cuando perros y/o gatos eliminaban fuera del sitio asignado para ese fin. El primer uso de esta terminología en la literatura hispanohablante se encontró en la segunda edición del libro Etología Clínica Veterinaria del Perro y del Gato (Manteca, 2002), donde se dedica un capítulo a la micción inadecuada y otro a la defecación inadecuada. A partir de este escrito, se encontró el uso de ese término, así como de sus variedades, en diferentes tipos de literatura como: tesis, artículos de reportes de caso y artículos de revisión; desde ese año y hasta el 2021 (Bernal; Zambrano) se continúan utilizando de manera indistinta las cuatro opciones, siendo “eliminación inadecuada” la más común. 

 

La definición de apropiado es: “que resulta conveniente o adecuado para el fin al que se destina”, mientras la definición de adecuado es: “que se acomoda a ciertas condiciones o resulta conveniente en determinadas circunstancias” (Oxford languages). Ambos términos no deberían asociarse al acto de eliminar, ya que lo que pudiera o no ser adecuado/apropiado son los sitios sobre los que el animal orina y/o defeca, por ello se propone utilizar el término “eliminación en sitios inapropiados” (ESI) para referirse al problema mencionado.

Conclusión

 

Es importante que el médico veterinario reconozca la importancia del papel de la orina y heces en la comunicación olfativa de los perros y gatos, para que en su práctica profesional pueda identificar que, además de la función más obvia de eliminar productos y desechos del metabolismo, la eliminación puede también ser utilizada en la comunicación normal. Las causas por las cuales un animal de compañía podría eliminar en un sitio inapropiado pueden ser parte del comportamiento normal de la especie, enfermedades orgánicas y/o signos de algunas patologías conductuales. 

 

Se sugiere utilizar el término “eliminación en sitios inapropiados” cuando se hable de esta problemática, ya que los autores consideran que el término eliminación inapropiada (y sus variedades) son incorrectas 

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