A medida que un perro envejece, muchos de los sistemas corporales comienzan a deteriorarse. Inicialmente, este deterioro puede ser subclínico, de modo que el propietario no es consciente de dichos cambios, aunque de forma eventual pueden observarse ciertos signos clínicos. Algunos de los más relevantes son: Disminución de la función cerebral, problemas articulares, pérdida de visión y audición, ganancia de peso, debilitamiento muscular, cambios en el tracto digestivo, así como disfunción de algunos órganos tales como riñones, hígado o el sistema endócrino. En estos casos, es normal observar que la capacidad mental, las articulaciones y la estructura muscular de los perros tiendan a fallar. Algunos de estos cambios significativos en la función cognitiva pueden provocar cambios en la calidad de vida del perro; por ejemplo, menor interés en salir al exterior a pasear, y más probabilidad de ensuciar la casa o desorientarse.
Patologías relacionadas con la edad.
Las patologías que pueden aparecer con más frecuencia en perros de edad avanzada son las que afectan al cerebro y a las articulaciones.
Patologías cerebrales.
La disminución en la capacidad de aprendizaje en los perros senior se debe a cambios morfológicos, histológicos, metabólicos y funcionales en el cerebro.
Cambios metabólicos: disminución de la capacidad del cerebro para utilizar la energía.
Las células cerebrales utilizan, normalmente, glucosa como fuente de energía, pero también pueden utilizar cuerpos cetónicos como alternativa. Se puede producir fallo en el metabolismo y la utilización de la glucosa en el cerebro de perros senior. En algunos casos, el cerebro de los caninos gerontes puede tener menor flujo sanguíneo y, por tanto, menos oxígeno y glucosa disponibles para las células cerebrales.
Cambios histológicos: se desarrollan placas amiloides en el cerebro y en los vasos sanguíneos, lo que produce disfunción orgánica y cambios comportamentales.
Cambios morfológicos: disminución visible de la masa cerebral. Con la edad, las neuronas se pierden, lo que lleva a una reducción irreversible en el volumen cerebral. Además, se produce dilatación ventricular.
Cambios funcionales: se provoca deficiencia en el aprendizaje, la memoria, la alerta, la percepción y la toma de decisiones.
Al respecto los veterinarios pueden actuar desde tres perspectivas:
-
Entrenamiento cerebral para enriquecer el entorno del perro:
-
Estimulación mental con juegos, paseos, juguetes…
-
Interacción social con personas y otros perros.
-
Estimulación visual. Por ejemplo, que vea el ajetreo de la calle a través de la ventana, la televisión, etc.
-
Mayor variedad de objetos para minimizar el aburrimiento. Por ejemplo, cambiando los juguetes y dándole otros nuevos para que mantenga su mente activa.
-
Prescripción de medicamentos.
-
Selegilina hidrocloruro (L Deprenyl), inhibidor selectivo e irreversible de la oxidasa monoamina B, con efectos estimulatorios sobre el sistema inmune y antineurodegenerativos. Actúa de cuatro maneras: incrementa las concentraciones y el metabolismo de la dopamina, reduce los niveles de las sustancias del cerebro responsables del daño en las células gliales, protege las células nerviosas del estrés oxidativo, reduce la muerte celular y promueve la síntesis de factores de crecimiento nervioso.
-
Nicergolina y propentofilina, que mejoran el flujo sanguíneo en el cerebro al favorecer la vasodilatación cerebral, además de presentar propiedades neuroprotectoras. Estos dos medicamentos combinados pueden dar muy buenos resultados.
-
Nutrición específica formulada para hacer frente a los cambios metabólicos que ocurren en el cerebro a causa de la edad.
-
Los triglicéridos de cadena media (MCT) proporcionan una fuente de energía alternativa a las neuronas para mantener un funcionamiento apropiado del cerebro en los perros senior.
-
Patologías articulares.
La osteoartritis (OA) es una enfermedad articular degenerativa con frecuencia caracterizada por el deterioro crónico y progresivo de los cartílagos articulares, que se encuentra acompañada por indicadores clínicos de dolor y pérdida de movilidad. Existen cada vez más evidencias que relacionan la osteoartritis con varios factores de riesgo como la genética, la dieta, la densidad ósea, la debilidad muscular, la laxitud articular y la obesidad. La osteoartritis, una enfermedad con múltiples etiologías y factores de riesgo, contribuye en gran medida a la pérdida de la función de las extremidades tanto en los perros como en los gatos. Los indicadores de osteoartritis en articulaciones múltiples o individuales pueden observarse clínicamente y confirmarse mediante radiografías. Se estima que el 20% de los perros mayores de un año sufren alguna clase de osteoartritis. Al igual que el hueso, el cartílago se encuentra en un continuo estado de remodelación.
Durante el crecimiento, los osteoclastos erosionan el cartílago para dejar paso al nuevo hueso.
En la madurez, un ligero cambio en el equilibrio anabólico/catabólico del cartílago puede conducir a la erosión gradual del cartílago durante más tiempo, produciendo osteoartritis. Este cambio degenerativo puede desarrollarse en las articulaciones de muchos perros a medida que envejecen.
Triglicéridos de cadena media: Nutrición enfocada al cerebro. Una nutrición adecuada puede ayudar a prolongar la calidad de vida de los perros. Un nuevo avance nutricional enfocado a disminuir los cambios metabólicos que la edad causa en el cerebro puede corregirlos antes de que haya más consecuencias. Los triglicéridos de cadena media (MCT) son ésteres de glicerol de ácidos grasos de cadena media. Los ácidos grasos de cadena media son ácidos grasos que contienen entre 6 y 12 átomos de carbono, y se los encuentra como componentes activos del aceite de coco. En el proceso de producción de MCT, los aceites de coco son hidrolizados a ácidos grasos de cadena media y glicerol. El glicerol se elimina de la mezcla resultante, y los ácidos grasos de cadena media se destilan de forma fraccional. La fracción utilizada comercialmente está compuesta, principalmente, por ácido caprílico de ocho carbonos y ácido cáprico de diez carbonos. La mezcla de ácido caprílico y ácido cáprico se reesterifica finalmente a glicerol para producir triglicéridos de cadena media, que son principalmente ésteres de glicerol de ácido caproico (C6), (C8), (C10) y ácido laúrico (C12) en un ratio de, aproximadamente 2:55:42:1. Los MCT se convierten fácilmente en beta-hidroxibutirato en el hígado. El cerebro utiliza casi exclusivamente glucosa como fuente de energía, pero los cuerpos cetónicos, y especialmente el beta-hidroxibutirato, son alternativas apropiadas para mantener un funcionamiento correcto del cerebro en perros senior.
Papel de la glucosamina en la dieta.
Un componente básico clave del cartílago es un aminoazúcar, la glucosamina, que proviene tanto de la biosíntesis endógena como de la dieta, y que se metaboliza dentro de los componentes de los glicosaminoglicanos (GAGs), muy numerosos en la matriz, entre los que se encuentran el sulfato de condroitina y el ácido hialurónico. Excepto en el ácido hialurónico, los GAGs se encuentran covalentemente unidos a las proteínas en forma de proteoglicanos. Durante las últimas tres décadas, una cantidad de evidencias cada vez mayor respalda el uso de la glucosamina para casos de osteoartritis. Las fuentes naturales de glucosamina son, tanto histórica como actualmente, un componente en las dietas de los perros. Estos componentes se digieren, absorben y metabolizan, incorporándose al cartílago y a la matriz circundante. Como parte del proceso de envejecimiento, la producción endógena de glucosamina puede disminuir, cambiando el equilibrio de remodelación del cartílago a un estado catabólico. Suplementar la dieta con fuentes naturales de glucosamina (procesadas a partir de cartílago, quitina, etc.) puede resultar un método seguro y efectivo, así se administrarían de forma continua, agentes condroprotectores que estimulan nutricionalmente el metabolismo de las articulaciones y contribuyen al bienestar de los perros.
“ Durante las últimas tres décadas, una cantidad de evidencias cada vez mayor respalda el uso de la glucosamina para casos de osteoartritis.”
Nutrientes con función antioxidante.
Los nutrientes antioxidantes son capaces de reaccionar con los radicales libres, compuestos altamente reactivos que producen daño en las moléculas y compuestos corporales.
La función de los antioxidantes, por tanto, es esencial para el mantenimiento y apoyo del sistema inmunológico. Los principales nutrientes con capacidad antioxidante son la vitamina E, la vitamina C, el selenio y los ß-carotenos.
Vitamina E
La función de la vitamina E es prevenir la oxidación de los lípidos insaturados, ayudando a proteger otros componentes como la vitamina A y otros carotenoides frente al daño oxidativo, de modo que puedan llevar a cabo sus funciones, incluyendo la integridad celular para la salud articular.
Vitamina C
La vitamina C es crucial en la biosíntesis del colágeno de huesos y ligamentos, por lo que su deficiencia puede causar un menor crecimiento del hueso y una peor reparación de fracturas cuando se altera la deposición de colágeno1. Aunque es no esencial, y por tanto no es necesaria para una dieta completa y balanceada, ha sido reconocida como antioxidante2,3 y ha recibido consideración como prooxidante que ayuda a regenerar antioxidantes como la vitamina E y el ß-caroteno4.
Selenio
Es un componente del complejo enzimático de la glutatión peroxidasa, presente en todos los tejidos, que trabaja sinérgicamente con la vitamina E para ayudar a defender a muchos tipos celulares frente al daño oxidativo, incluidos los de huesos y articulaciones5. Su correcta inclusión en la dieta es crucial.
ß-Carotenos
Los ß-carotenos son carotenoides con importante actividad antioxidante que reducen el efecto de los radicales libres sobre el organismo. Algunos estudios han demostrado que puede incrementar la cantidad de células TH y la proliferación de linfocitos. Administrados en la dieta, estimulan el sistema inmunológico, al potenciar su respuesta humoral y celular.
Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los perros senior, NESTLÉ® PURINA® desarrolló una tecnología especialmente indicada para perros de más de 7 años de edad de todos los pesos corporales, y formulada con fuentes naturales de glucosamina que ayudan a mantener las articulaciones sanas y una movilidad óptima. La inclusión de triglicéridos de cadena media supone una fuente de energía alternativa para las células cerebrales, necesaria en perros de edad avanzada.
Una equilibrada proporción de proteína y grasa le permitirá a los perros senior mantener la masa muscular magra, ayudándolos a tener una conformación corporal ideal, y la combinación de antioxidantes naturales, vitaminas E y C, los ayudará a combatir el estrés oxidativo relacionado al envejecimiento.
Objetivos
NESTLÉ® PURINA® llevó a cabo varias pruebas en las que se evaluó la influencia de la adición de triglicéridos de cadena media (MCT) en la dieta.
Material y métodos
El estudio incluyó 24 perros de entre 7 y 12 años asignados en dos grupos, uno que tomaba la dieta de control y otro con la dieta de control con MCT añadidos. Se evaluaron los siguientes parámetros: Los niveles de beta-hidroxibutirato en sangre, como producto del metabolismo de los MCT. La memoria y la interactividad. La capacidad de adaptación a nuevos aspectos. El periodo de concentración y la capacidad de aprendizaje.
Resultados y conclusión
Los perros alimentados con esta combinación exclusiva de nutrientes mostraron mayores niveles de beta-hidroxibutirato, fuente alternativa de energía para el cerebro (Gráfica 1). Esta fórmula mejoró, además, la memoria y la interactividad. Los perros debían seleccionar el objeto más cercano a una marca fija para recibir una recompensa. Los perros alimentados con la dieta con MCT cometieron 50% menos errores cuando aprendían una nueva tarea (Gráfica 2). En otra prueba, se evaluó su capacidad para planear respuestas apropiadas durante una tarea compleja.
Los perros que eran capaces de adaptarse a la combinación variable de juguetes y de su colocación, cometieron menos errores (Gráfica 3). Los perros que tomaban dietas con AGCM añadidos mejoraban en otros aspectos: Mejor capacidad de entrenamiento: aprendían nuevas tareas rápidamente.
Mejor capacidad de aprendizaje completo: aprendían tareas complejas más rápida y fácilmente. Mayor interactividad: más interesados en los juegos. Mejor función cognitiva: más despiertos y alerta. Finalmente, otra prueba consistió en identificar el objeto extraño en un grupo de juguetes.
Una discriminación más precisa entre juguetes supuso menos errores y demostró un mayor periodo de atención (Gráfica 4). Los perros alimentados con esta combinación de nutrientes tomaron el objeto extraño el 96% de las veces.
Gáfica 1. Concentración de Beta-Hidroxibutirato en suero a lo largo del tiempo .
Gáfica 2. Número de errores cometidos por los perros en el aprendizaje de una nueva tarea.
Gáfica 3. Número de errores cometidos por los perros en la consecución de una tarea compleja.
Gáfica 4. Número de respuestas correctas de los perros en la prueba de identificación de juguetes.
En conclusión, esta combinación de nutrientes se denominó OptiAge® y es un avance verdaderamente innovador para los perros senior.
Alimentarles con dietas con tecnología OptiAge®, antes de que los signos externos de la edad comiencen a mostrarse puede disminuir significativamente la deteriorada función cerebral del perro.
Bibliografía:
-
Junqueira, L.C., J. Carneiro, R.O. Kelly. 1995. 8th Edition. Basic Histology. pgs. 132-151.
-
Carr, A and F. Balz. 1999. Does vitamin C act as a pro-oxidant under physiological conditions? FASEB. 13(9):1007-1024.
-
May, J.M. 1999. Is ascorbic acid an antioxidant for the plasma membrane? FASEB. 13(9):995-1006.
-
Halliwell, B. 1996. Vitamin C: antioxidant or pro-oxidant in-vivo? Free Rad. Res. 25(5):439-454.
-
Henry, P.R. and C.B. Ammerman. 1995. Chapter 14: Selenium bioavailability. Bioavailability of nutrients for animals: amino acids, minerals, and vitamins. Academic Press. pgs. 304-335.