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Descargar Edición 72

Cdte. Jorge Arturo Mandujano Chávez Director General de KanaN.

Centro de adiestramiento y crianza canina. León, Guanajuato.

Adiestramiento canino a través del 

condicionamento operativo para trabajo olfativo

 

Introducción:

 

Adiestrar a un perro con alto nivel de entrenamiento para detectar moléculas volátiles a través del aroma, requiere de varios procesos. Estos procesos son de gran dificultad. El rendimiento operativo de un perro de olfato se mide a través de la sensibilidad y la especificidad. La sensibilidad de estos perros es cuando “marcan” como positivo algo que realmente lo es, a lo que llamamos: positivo verdadero. La especificidad es cuando “no marcan” como positivo lo que realmente no es positivo y a esto lo llamamos: negativo verdadero. Este adiestramiento canino tiene riesgos y consecuencias. Los riesgos y consecuencias con diferente nivel de importancia. Si un perro entrenado para detectar con el olfato frutas y vegetales en los aeropuertos falla, la consecuencia es menos importante que si un perro falla al detectar una enfermedad potencialmente mortal como el cáncer. En ambos casos, tanto el perro detector de frutas y vegetales como el detector de cáncer reciben el mismo entrenamiento; sin embargo, el valor de los positivos verdaderos y positivos falsos es muy diferente, lo mismo sucedería con los negativos verdaderos y falsos. La responsabilidad de este tipo de entrenamiento e involucramiento con la salud humana es muy alto, por lo tanto, el margen de error debe ser mínimo.

 

Escoger el ejemplar ideal

 

El trabajo inicial en el adiestramiento de perros detectores de aromas, consiste en encontrar a los ejemplares adecuados. Para descubrir estos ejemplares se buscan características iniciales que el perro debe tener. Parecería obvio que los perros cuya función zootécnica es el rastreo -como los sabuesos- serían los ideales. Empero en este tipo de adiestramiento en la actualidad se busca un volumen de rendimiento (frecuencia, más intensidad, más duración) que los sabuesos no tienen. Los perros criollos con frecuencia son ejemplares de alta utilidad para algunos adiestramientos. Al no tener pura sangre suelen ser impredecibles; no obstante es frecuente verlos trabajar con éxito en algunas actividades. Los perros frecuentemente utilizados en la actualidad como detectores de aromas son los pastores Belga Malinois y los labradores, por lo que deberíamos considerarlos de inicio. Iniciamos la búsqueda del perro ideal y en el proceso de selección participaron 98 ejemplares, tanto hembras como machos. Los concursantes fueron de las razas más habituales y algunos perros criollos. Se fueron eliminando hasta que quedaron solamente dos finalistas, una perra Pastor Belga Malinois y un perro Border Collie. Finalmente, el perro Border Collie de nombre José Luis o Frizz, fue el elegido.

Características iniciales de un perro para ser entrenado como detector de aromasLas características iniciales de un perro para estos fines son las siguientes: instinto de presa, hiperactividad, temperamento equilibrado, apego al manejador y la edad. El instinto de presa debe ser natural; es decir, sin entrenamiento previo debe mostrar interés por perseguir a la presa en movimiento, que en este caso es una pelota de tenis. La hiperactividad también le debe ser natural, porque de ella depende que tolere largas jornadas de trabajo y entrenamiento, así como trabajo en condiciones y circunstancias distintas. El temperamento es importante porque el perro debe mostrar la inquietud del trabajo sin agresividad intra-especie o entre perros; ni inter-especie o con los humanos. Tampoco debe mostrar temor intraterritorial o donde habita y con quien convive; ni extraterritorial o fuera de su lugar habitacional y con extraños. El apego al manejador es fundamental y se basa en la amistad mutua, estos perros deben trabajar por caricias y buen trato. No hay maltratos ni castigos. El perro debe desear realmente estar con el manejador por convicción y no por orden. La edad ideal para entrenar estos perros es que sean

mayores de un año y menores de cinco. Antes de un año son cachorros y atienden menos y hay mucho juego por parte de ellos y más de cinco años significa que tiene rutinas de vida ya establecidas, las cuales serán difíciles de cambiar. La fase sensible o edad de entrenabilidad para este tipo de trabajo es de uno a cinco años.

 

Adiestramiento

Éste inicia siempre con un periodo de juego. Al tener el perro instinto de presa, debe jugarse con él todos los días con pelotas de tenis. Lanzárselas en corto donde la visión le ayude a encontrarlas fácilmente. Esto se hace en superficies diferentes como tierra, pasto, pavimento, concreto, etc. En diferentes horarios, con sol, sin él, con calor, en la sombra, temprano, tarde, etc. El perro siempre debe ver dónde cae la pelota. En la siguiente fase los lanzamientos de pelota son un poco más largos y la pelota debe caer donde no la vea a simple vista, pero le sea fácil encontrarla con el olfato. Entre cosas u objetos, en pasto o hierba altos, donde la pelota no se vea. Para una tercera etapa la pelota debe caer en sitios de dificultad por lejanos o de difícil acceso. Una vez que el perro encuentra la pelota en lugares difíciles se ponen en el sitio de entrenamiento seis cubos de plástico o madera cruda de 30x30 con dos lados perforados con un agujero de 10 cm. Los cubos o cajas deben separarse por lo menos cinco metros entre ellos y tener distribuciones cambiantes. Durante los primeros días las cajas sólo están ahí. Al pasar los días se coloca una pelota muy usada dentro de una caja, se realizan lanzamientos en falso (se simulan pero no se hacen) y el perro al buscar encuentra la pelota en la caja. A partir de este momento se felicita de manera efusiva y se le da una pelota como premio. No se usan collares de entrenamiento (que aprietan), sólo se utilizan collares o pecheras de intervención (anchos que no recorren y no aprietan). 

 

Especialidad

Una vez que el perro encuentra la pelota dentro de las cajas, se empieza a colocar pelotas con el aroma que queremos que encuentre. Siempre la pelota debe oler al aroma objetivo. Desde este momento ya todos los lanzamientos son falsos y siempre el perro deberá hallar una pelota en una caja que cambia cada vez, pero también cada vez que tiene éxito es felicitado efusivamente y recibe una pelota para juego. Es el momento en que se colocan fuera de vista 

 

dos pelotas en las cajas, una positiva al aroma y otra negativa al aroma. Se hace el lanzamiento en falso, el perro busca la pelota en las cajas, si encuentra la pelota negativa el manejador permanece inmóvil, sin felicitar ni hablar, cuando encuentra la pelota positiva, recibe caricias y la pelota de juego. Rápidamente aprende que el premio depende de hallar el olor en la pelota positiva, así es que no señala la negativa, porque sabe que esa no tiene premio. Una vez logrado esto, se hace con los seis cajones, en cinco hay pelotas negativas y sólo en uno -que es cambiante- hay una positiva, y así aprende a señalar únicamente la que huele al aroma objetivo. 

 

Marcajes positivos

Durante un tiempo se usó que el perro marcara con un gran lenguaje corporal el sitio positivo, que consistía en moverse, ladrar, rascar con la pata, etc. Sin embargo,  este marcaje representaba peligro con algunas sustancias como explosivos, que al ladrar fuertemente o al rascar podrían explotar. Ahora se enseña al perro a echarse frente al objetivo encontrado, sin tocarlo para que no corra el riesgo de una explosión, una quemadura o una lesión. Así se enseñó a este perro a marcar, echándose.

 

El estudio.

En el estudio donde participó el perro, el olor objetivo era orina de pacientes con cáncer de próstata. La pelota con aroma positivo se colocaba dentro de una caja escogida a través de una tabla de azar, de manera ciega para el perro y el manejador. Con una sensibilidad del 95.88% y una especificidad del 100% se demuestra que es posible adiestrar perros como ayuda invaluable para la salud de los seres humanos.   

 

KanaN

Éste es un centro de adiestramiento y crianza canina, donde el autor del presente artículo adiestró al Border Collie de nombre Frizz. En la actualidad, en KanaN se están adiestrando perros de terapia asistida por animales y perros de asistencia para personas minusválidas. Los perros de adiestramiento en KanaN reciben un trato digno, muy superior a lo que marca la ley de protección a los animales. Son verdaderos miembros de la comunidad KanaN, igual que los seres humanos que conformamos el grupo de trabajo. Los perros reciben espacio, alimentación, baño, aseo, cuidado, etc. Pero lo que más reciben es el cariño y amor del manejador.

 

Bibliografía:

 

  1. Perros. Una nueva interpretación sobre su origen, comportamiento y evolución. Coopinger R. y Coppinger L. Ateles Editores. 2004. 

  2. Neuropsicología canina. 3ª ed. O´Heare James. KNS ediciones. 2006.

  3. García Miranda Raúl y García Domínguez Luis Arturo: Respuestas y adaptaciones del perro al ejercicio y al entrenamiento. Revista Perros Pura Sangre.12(8) 27-33, 2008.

  4. García Miranda Raúl y García Domínguez Luis Arturo: El aprendizaje motor ¿Cómo aprende los ejercicios un perro? Perros Pura Sangre 8(11) 45-49,2011

  5. García Miranda Raúl y García Domínguez Luis Arturo: La importancia del juego en la preparación de los perros atletas de espectáculo. Revista Perros Pura Sangre 10 (11) 61-66, 2011.

  6. Motor Control. Fourth Edition. Shumway-Cook Anne and Woollacott Marjorie. Lippincott Williams and Wilkins Ed. 2012.

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