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MVZ. Mtra. Irma Gómez Castañeda

Vice-Presidenta de la Red Mundial de Veterinarios Especialistas en Bienestar Animal.

Maestría en Etología Clínica Veterinaria y Bienestar Animal (UCM). Posgrado en Neurología Clínica (UCASAL).

Certificada en Comportamiento y Bienestar Animal (The University of Edimburgh).

Asesora y conferencista en Bienestar Animal y Etología para organismos gubernamentales y privados.

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¿Qué es la ciencia del bienestar animal?

RESUMEN

 

Qué no es bienestar animal

Los que nos dedicamos a la difusión y formación en bienestar animal nos hemos encontrado, en más de una ocasión, con colegas veterinarios o en formación que no tienen idea de lo que significa el bienestar animal o que exhiben una enorme confusión y vacío de conocimientos en este importante tema, siendo que el profesional veterinario es el destinatario primario de esta información.

No debe sorprendernos pues se trata de una disciplina relativamente nueva que recién empieza a formar parte de la educación veterinaria en nuestro país y que no se enseñó a los ya graduados.

El bienestar animal no es bienestarismo, ni proteccionismo animal, y mucho menos animalismo. El bienestar animal es una ciencia basada en hechos comprobables, sin ningún tipo de connotación subjetiva ni ideológica.

 

Conceptos básicos

El concepto de bienestar animal nace en el año 1964 en Inglaterra, después del escándalo generado por la publicación Animal Machines, libro de la periodista Ruth Harrison, que expone la realidad de la agricultura intensiva. La obra se publicó en siete países y obligó al gobierno británico a crear una comisión para investigar y ahondar en el tema. La investigación, encabezada por Roger Brambell, determinó que efectivamente los animales de producción eran manejados de manera inadecuada, insalubre y con altos niveles de maltrato, lo cual derivó en la creación del European Convention for the protection of animals kept for farming purposes (Convenio Europeo para la protección de los animales en las ganaderías).

 

Treinta años después, la World Veterinary Association (WVA, por sus siglas en inglés), estableció mediante recomendaciones dirigidas a todos los veterinarios en práctica y en formación académica a nivel mundial, las políticas oficiales relativas al bienestar animal y la etología. No fue sino hasta el tratado Maastricht en el año 1997, promovido por la Unión Europea, cuando por primera vez en la historia se describe a los animales como “seres sensibles”. Aunque generó una gran controversia ética, pues si los animales sentían entonces los animales podían sufrir, dejó atrás el concepto de los animales como cosas u objetos.

 

El valor intrínseco de los animales

En los últimos años hemos sido testigos de una creciente preocupación del profesional veterinario y de los propietarios, hacia los animales de compañía, de laboratorios, de granjas, de producción e incluso de zoológicos y acuarios, por las responsabilidades que su tenencia acarrea. Se trata por supuesto de una preocupación significativa, pero no de fácil solución, sobre todo cuando no tenemos en nuestras manos los fundamentos y conocimientos para resolverlos.

 

Los animales tienen instintos y necesidades biológicamente determinadas; pueden experimentar dolor y sufrimiento; requieren siempre una buena calidad de vida y como parte de esta, cuando es necesario una muerte digna y humanitaria.

 

Sin embargo, el bienestar animal, entendiéndolo de forma adecuada, no se refiere exclusivamente a la ausencia de crueldad o de sufrimiento. El bienestar animal se mide con herramientas y parámetros que calculan el estado físico y mental del paciente, mediante su expresión etológica, así como la observación de las llamadas cinco libertades.

La comisión dirigida por el profesor Roger Brambell expresó (Her Majestry’s Stationery Office, 1965) El bienestar de un animal, por lo tanto, puede considerarse adecuado, siempre y cuando el animal se encuentre en un buen estado físico, se observe y compruebe saludable y sin presencia de sufrimiento.

Condiciones para el bienestar animal

El término bienestar animal se refiere a la manera en la cual un animal afronta las condiciones de su entorno. Según indican pruebas científicas, un animal está en buenas condiciones de bienestar si se encuentra sano, cómodo, con una alimentación adecuada, expresando sus formas básicas de comportamiento y si no padece sensaciones desagradables de dolor, miedo o desasosiego. La correcta aplicación de las condiciones de bienestar en un animal, exige que sea tratado de forma adecuada y que reciba una correcta alimentación; que se le prevenga de enfermedades y se le administren los tratamientos médicos veterinarios apropiados; y que reciba, cuando sea necesario, la eutanasia humanitaria. 

 

El bienestar animal tiende, pues, a que, durante su captura, manejo, traslado, exhibición, comercialización y, en casos específicos, liberación, los animales estén libres de dolor, enfermedad, lesiones, sufrimiento, distrés, traumatismos, cansancio y miedo. 

Por todo ello, el bienestar animal comprende tanto el satisfacer las necesidades del animal como el de evitarle sufrimiento.

Las cinco libertades 

 

El reporte Brambell describió las “cinco libertades de los animales domésticos”, como la capacidad de poder fácilmente “darse vuelta, asearse, levantarse, acostarse y estirarse” (Her Majestry’s Stationery Office, 1965). Años más tarde, y a partir de las propuestas del Consejo Británico de Bienestar para los Animales de Granja, la WVA adoptó sus propios cinco derechos aplicables a todas las especies animales. 

En el año 1993, en Gran Bretaña, el Farm Animal Welfare Council (FAWC), formuló las cinco libertades enfocadas al bienestar de los animales:

 

 

1. Libres de hambre y sed.

 

2. Libres de incomodidad.

 

3. Libres de dolor, injurias y enfermedad.

 

4.Libres de poder expresar su comportamiento normal.

 

5.Libres de miedo y estrés.

 

proporcionarles una dieta que permita conservar un estado físico apropiado; otorgarles un ambiente seguro que incluya la comodidad en sus áreas de descanso; la instauración de  esquemas de medicina preventiva y diagnóstica, y la aplicación de tratamientos de manera oportuna; el espacio suficiente e infraestructura adecuada para la socialización con animales de su misma especie, y las condiciones óptimas de alojamiento que reduzcan el estrés psicológico. 

La American Veterinary Medical Association (AVMA) propuso ocho principios para el desarrollo y evaluación de las políticas de bienestar animal a nivel mundial con el fin de asegurar el respeto a estas libertades: 

 

El uso responsable de los animales para fines como compañía, alimentación, obtención de fibras, recreación, trabajo, educación, exposición e investigación. 

 

El equilibrio de los conocimientos científicos y el juicio profesional, así como la consideración de valores éticos y sociales en la toma de decisiones relacionadas con el cuidado de animales. 

 

Derecho de todos los animales al agua, alimento, manejo adecuado, atención médica y un ambiente apropiado para su cuidado y uso, considerando su biología y el comportamiento típico de la especie. 

 

Atención de los animales minimizando las respuestas ante el miedo, dolor, distrés y sufrimiento. 

 

Atención a los procedimientos relacionados con la vivienda de los animales, la gestión, atención y el uso de estos, los que deberán ser evaluados de manera continuada, y en caso necesario ser adecuados o incluso reemplazados. 

Conservación y gestión de las poblaciones animales con criterios humanitarios, socialmente responsables y científicamente prudentes. 

 

Trato respetuoso y digno a lo largo de toda su vida y, cuando sea necesario, una muerte humanitaria.

 

Esfuerzo permanente de la comunidad profesional veterinaria para mejorar la salud y el bienestar animal a través de la investigación científica, la educación, la colaboración, la promoción y el desarrollo de la legislación y reglamentación.

 

Indicadores

De acuerdo con Duncan y Col (1993), la valoración del confort y el bienestar animal se puede realizar a través de indicadores fisiológicos o bioquímicos y de la medición etológica. 

La presencia de indicadores de comportamiento atípico ayuda a valorar fallas en el bienestar animal que resultan en el detrimento de la salud del paciente. Este cambio será notable debido a la modificación de las variables fisiológicas. Se puede observar de manera inicial la merma en el porcentaje de productividad y la modificación y disminución de tallas; se harán cada vez más evidentes las alteraciones de conductuales cómo: 

 

  • Apatía social.

  • Fugas.

  • Vocalizaciones.

  • Automutilaciones.

  • Luchas y agresiones.

 

La ciencia del bienestar animal se sirve también de diversas parámetros, tales como la longevidad, las enfermedades, la inmunosupresión , el comportamiento, la fisiología y la   

reproducción, aunque existen debates acerca de cuál de estos indicadores proporcionan la información más fidedigna.

 

Las investigaciones científicas hechas hasta el momento se han enfocado en el bienestar de los animales de granja, pero en la última década han presentado un franco desarrollo y modificado sus objetivos principales: 

 

  • Desarrollar métodos que permitan valorar el bienestar de los animales de manera objetiva.

  • Ahondar en el conocimiento de los componentes cognitivos y neurofisiológicos relacionados con la ansiedad, las emociones y los procesos de adaptación animal como el Distrés (Acumulación de comportamientos estresantes)

  • Fomentar estrategias que mejoren el bienestar animal en las explotaciones ganaderas, principalmente durante el transporte y sacrificio.

Necesidades básicas

Las necesidades básicas de los animales fueron definidas en por Broom y Johnson (1993) como el “requisito fundamental en la biología del animal para obtener un recurso en particular o responder a un estímulo ambiental o corporal particular” y deberán ser cubiertas para corroborar el bienestar de los animales.

Las necesidades básicas incluyen una diversidad de suministros (alimento, agua, áreas cómodas, enriquecimiento ambiental, medicina preventiva) que se pueden clasificar en tres tipos de requerimientos mínimos para considerar que aportan al bienestar:

 

  • Suministros para mantener la salud (prevención de lesiones y enfermedades).

  • Suministros para mantener la comodidad (enriquecimiento de espacios que derivan en una mejor calidad de vida) .

  • Suministros para conservar la vida (asegurar la supervivencia).

 

El bienestar animal y su declaración universal

En el año 2000 la World Society of the Protection of Animals (WSPA) y

 La Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), organizaron en Londres el Animal 2000 World Congress. El evento tuvo como tópico principal “El futuro del bienestar de los animales recae en lograr un reconocimiento internacional de que los animales importan”. Ante más de 300 delegados de todo el mundo se presentó la propuesta de Declaración Universal sobre Bienestar Animal.

La aceptación de una declaración universal sobre bienestar animal por parte de la Organización de las Naciones Unidas permitiría no solo establecer el bienestar animal como tema internacional, sino que promovería referencias políticas que animen a los diferentes países a crear o actualizar su legislación en bienestar animal, a reconocer que este tema es una factor clave en el diseño de las políticas humanitarias y ambientales, y a promover y vigilar que los diferentes sectores que utilizan animales mantengan el bienestar animal como una prioridad.

Luego del congreso mundial, la comunidad veterinaria internacional se ha se ha centrado en dejar claras las diferencias entre el bienestar animal como ciencia, y los principios éticos y legales.

 

Conclusiones

El concepto de bienestar animal como ciencia, debe ser comprendido no solo por el sector veterinario, sino también por propietarios, productores, benefactores, criadores, sociedad en general, proteccionistas y animalistas,; pues solo de esta manera se logrará extender el concepto correcto del trato humanitario hacia los animales. 

 

Es deber del médico veterinario instruir a los diferentes sectores sociales sobre los aspectos de la salud y el bienestar de los animales, considerando la estrecha relación que tienen con los humanos: como mascotas o compañeros de juego de los infantes; como compañía para los ancianos, personas con capacidades diferentes, parejas sin hijos, DINKY (double-income, no kids) y personas solitarias, por mencionar solo un aspecto del fuerte vínculo entre personas y animales.

 

Es el médico veterinario el único que puede evaluar de manera científica y objetiva el estado de bienestar del animal, siendo per se una responsabilidad fundamental que se justifica no solo en el saber, si no en el hacer y la sensibilidad que enmarca actualmente el pensamiento global. 

Al asumir el tema de bienestar animal en su práctica diaria, el veterinario agrega valor a sí mismo y a su profesión.

 

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