Artículo técnico:
DOLOR ARTICULAR
EN PERROS Y GATOS DOMÉSTICOS
MVZ. Agustín Martínez Fajardo
Asesor técnico de animales de compañía
El dolor articular, el que se asocia particularmente con la artrosis (OA) es muy común entre los animales de compañía como los perros, gatos y caballos. Produce una alteración en la motilidad y en la realización de actividades y se asocia con dolor espontáneo o inducido. En los perros de compañía, la artrosis es una patología que posiblemente afecte a un cuarto de la población. La OA en perros se considera muy similar a la de los humanos y con ello un potencial modelo espontáneo de enfermedad. En gatos domésticos, la radiografía evidencia OA/enfermedad degenerativa de la articulación (DJD) en hasta casi el 90 por ciento de los casos, con una estimación de que el 50 por ciento de estos tienen signos clínicos de deterioro secundarios a dolor articular. Se conoce menos sobre la etiología de la OA en los gatos que en los perros, pero el proceso de enfermedad degenerativa parece muy similar al de las otras especies. Otras enfermedades degenerativas articulares dolorosas como las artropatías inmunes ocurren tanto en perros como en gatos, y pueden ser infradiagnosticadas.
Etiología y Patofisiología
A diferencia de los humanos, la OA en perros se da principalmente como consecuencia de enfermedades ortopédicas del desarrollo –displasia de cadera, displasia de codo, osteocondrosis disecante, degeneración no traumática de ligamento cruzado superior- y por tanto se considera una enfermedad de aparición precoz y de larga duración. Las articulaciones más afectadas son la cadera, lo que correspondería a la rodilla y el codo. En los gatos, la etiología de la OA y de la DJD es mucho menos conocida, pero los procesos degenerativos parecen ser muy similares a las otras especies. Las articulaciones más afectadas generalmente son la cadera, lo que correspondería a la rodilla, el tarso y el codo. Tanto en gatos como en perros, todos los tejidos de la articulación están involucrados en el proceso degenerativo, y el dolor se asocia comúnmente con la enfermedad. A pesar de que el dolor no se puede predecir con la apariencia radiográfica, este procedimiento predice alteraciones en el rango de movimiento. Se ha demostrado plasticidad del sistema nervioso central y periférico asociado al dolor articular tanto en gatos como en perros y se piensa que pueda contribuir al estado doloroso global. El dolor asociado a la enfermedad articular produce alteración o afección de la motilidad, alteración para la realización de actividades y alteración del comportamiento. En perros, se ha visto que puede alterar el sueño y se piensa que pueda alterar la función cognitiva. En ambas especies, los efectos multidimensionales del dolor parecen similares a los efectos en los humanos.
Signos clínicos y Diagnóstico.
Debido a la relativa pobreza de la información basada en la evidencia que se dispone en perros y gatos, muchos de las aproximaciones terapéuticas clínicas actuales se basan en la información extrapolada de la medicina de humanos.
Perros
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Se recomienda una aproximación multimodal farmacológica y no-farmacológica para el manejo del dolor por OA.
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La única clase de fármacos aprobado por la US Food and Drug Administration Center for Veterinary Medicine son los AINE (muchos de ellos aprobados), mientras que otros tipos (factor de anticrecimiento neural caninizado y antagonistas del receptor de la prostaglandina E4 (piprant), entre otros) están en desarrollo.
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Terapias locales (intrarticulares) se usan a menudo, y muchas drogas (como los análogos de la capsaicina) están en desarrollo.
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Existe mucha evidencia para la eficacia de los AINE, modulación dietética a través de la suplementación con los ácidos omega-3, manejo del peso y el ejercicio.
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Terapia adyuvante farmacológica (amantadina, gabapentina, tramadol) se utiliza de forma común.
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Rehabilitación física (ejercicio y otras modalidades físicas) se emplean de forma común.
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Recambio articular quirúrgico se encuentra disponible y se usa en los perros (cadera, rodilla y codo).
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Combinación de esteroides y de inmunosupresores como terapia se usan en el manejo del dolor articular mediado por la inmunidad.
Gatos
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Se recomienda una aproximación multimodal con fármacos y no-farmacológica para el manejo del dolor por OA.
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No hay fármacos aprobados por la FDA y sólo hay uno aprobado por la Unión Europea (AINE), mientras que otras clases (el factor de anti crecimiento neuronal felinizado y los antagonistas del receptor de la prostaglandina E4 (piprant), entre otros, están en desarrollo)
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Existe mucha evidencia para la eficacia de los AINE, modulación dietética a través de la suplementación con los ácidos omega-3.
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La terapia adyuvante farmacológica (principalmente gabapentina) se emplea, pero los estudios que evalúan estas terapias son poco comunes.
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El reemplazo articular quirúrgico está disponible para la cadera.
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