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1. Introducción

Hay muchos motivos por los cuales se sabe hoy en día que los animales son capaces de experimentar dolor. Los movimientos corporales y expresiones faciales denotan el estado anímico del perro. Y a su vez son capaces de expresar cuando sienten dolor. Existen escalas para medir el dolor y se toma en cuenta por: 

  1. Alteración Psicomotriz. 

  2. Protección del área dolorida y expresión vocal del dolor. 

  3. Variables fisiológicas, en las que se evalúa, por mencionar algunas la postura, comodidad, actividad, actitud, miscelánea de comportamientos, reacción a las caricias etc. 

Todo esto suma una escala de puntos y se establece un protocolo de manejo del dolor (analgesia) con el paciente. 

El dolor indiscutiblemente genera un estado de alerta conllevando a los pacientes a un estado de estrés. Los pacientes se encuentran en un ambiente que se ve, siente, huele, escucha y hasta sabe diferente a su casa lo que los coloca en un estado de alerta. Cuando se controla el dolor (con los medicamentos correctos) y además se les hace un correcto manejo del estrés a los pacientes, ellos mejoran más rápido, permanecen menos tiempo en el hospital y se van más rápido a casa con su familia. 

La importancia del manejo del dolor radica en dos aspectos importantes; Principalmente constituye un problema de bienestar y porque es capaz de alterar las funciones que regulan el apetito y consumo de alimento así como el sistema inmunológico, es decir los hace más susceptibles a enfermedades ya que sus defensas disminuyen. 

La búsqueda del bienestar debería centrarse sobre todo en “la ausencia de emociones desagradables tales como el sufrimiento y el dolor” Marian Dawkins (1988).1 

El dolor puede afectar el bienestar de los animales generando respuestas de miedo, ansiedad, agresividad o conductas repetitivas llevando a un problema serio de enfermedad. Lo que impide la realización de conductas normales y positivas para el animal (contacto social, juego, entre otras.) Varias fuentes de estrés generan una respuesta de mayor intensidad y más duradera, lo que convierte al dolor en una necesidad de tratamiento, ya que es otra fuente de estrés. 

Todas las especies han evolucionado con diversas estrategias de comunicación. El olfato es la modalidad sensorial más importante para la mayoría de los animales siendo la principal función un reconocimiento específico entre ellos.2 

Las feromonas forman una parte importante de un tratamiento complementario dentro del hospital de perros y gatos. Hoy en día existen varias clínicas veterinarias que utilizan Adaptil® y Feliway® durante sus consultas y con sus pacientes hospitalizados. Así ayudan a los pacientes a estar más cómodos durante el tiempo que permanezcan hospitalizados. 

Las feromonas inducen al perro o gato una determinada reacción, característica y exclusiva de su especie, son sustancias que libera el cuerpo que transmiten un mensaje seguridad y tranquilidad. El compuesto químico que lleva Adaptil® y Feliway® (el cual no tiene olor ni puede ser detectada por otros animales) es la copia de la feromona que la perra/gata emite de forma natural para comunicarse con sus cachorros y lograr que se sientan cómodos y seguros, reforzando su vínculo con ellos, las feromonas son muy efectivas tanto en cachorros como en adultos. Sobre todo cuando deben enfrentarse a situaciones estresantes. 

En los últimos años ha aumentado el uso de feromonas sintéticas de apaciguamiento en el tratamiento de algunos problemas comportamentales en el perro y en el gato y generalmente se emplean en combinación con otras formas modificación ambiental y de comportamiento. Por lo que el uso de las feromonas de apaciguamiento forman parte de una terapia complementaria transmitiéndole seguridad a nuestra mascota, ya sea que deban lidiar contra algún proceso doloroso o solo le ayuden a adaptarse más rápido a un ambiente desconocido. 

Las feromonas apaciguadoras inducen cambios en el estado emocional de los animales de forma positiva, por lo son una excelente opción para acelerar el proceso de recuperación y que nuestra mascota regrese más pronto a casa con su familia. 

Bibliografía 

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  1. Camps T. M., Amat M.G. (2013) “Cambios de comportamiento asociados al dolor en animales de compañía”. Editorial Servet. España. 

  2. Vergara T. García V. Moreira R. Usos y aplicaciones de feromonas sintéticas en perros (Canis lupus familiaris). (Revisión). Hospitales Veterinarios Vol.7 No1 – 2015. Chile. 

Empleo de las feromonas apaciguadoras como tratamiento complementario a los procesos dolorosos de los pacientes caninos y felinos. 

PALABRAS CLAVE > Feromonas > dolor > Adaptil > Feliway > estrés 

MVZ Georgina Rumbos Santoyo

Etóloga Clínica Veterinaria

Universidad Autónoma de Barcelona

Resumen

El dolor, se define como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño tisular real o potencial” según la Asociación Internacio-nal para el estudio del Dolor. Es decir, el dolor es, subjetivo y existe siempre que un paciente diga que algo le duele (en el caso de los humanos, claro está).

Por lo tanto en el caso de los animales, que hablan un idioma distinto al nuestro, hay otras formas de saber que pasan por un proceso doloroso.  Jeremy Bentham (1748-1832) afirmó que “la cuestión no es si los animales pueden razonar o hablar, sino que son capaces de sufrir”1

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