

Año XXII. Edición 130. Septiembre Octubre 2025
Eplerenona: precisión terapéutica en el eje cardiorrenal.

Departamento Técnico AlphaChem
PALABRAS CLAVE: Eplerenona > Aldosterona > Enfermedad cardiovascular > Eje cardiorrenal > Selectividad farmacológica
De la selectividad farmacológica al impacto clínico en perros con enfermedad cardiovascular.
La aldosterona como blanco terapéutico estratégico
La medicina veterinaria avanza hacia terapias más precisas, que no solo controlan signos, sino que modifiquen los procesos patológicos de fondo. En el caso de la insuficiencia cardíaca y la progresión de la enfermedad renal, la aldosterona representa un blanco terapéutico central.
Aunque conocida históricamente como una hormona reguladora del sodio y potasio, la aldosterona es también un potente mediador de fibrosis miocárdica, inflamación vascular, proteinuria progresiva y disfunción del eje cardiorrenal.

Introducción
Su activación sostenida en el contexto del eje renina-angiotensina-aldosterona (RAAS), como ocurre en pacientes con enfermedad valvular mixomatosa, hipertensión o insuficiencia cardíaca congestiva, promueve:
• Remodelado cardíaco adverso
• Vasoconstricción persistente
• Daño glomerular y proteinuria
• Estrés oxidativo e inflamación crónica
• Fibrosis tisular
La progresión silenciosa de estos efectos, aun en ausencia de signos, constituye una amenaza real que no debe subestimarse. Esta condición justifica plenamente la adopción de una intervención farmacológica oportuna, precisa y sostenida, que permita actuar antes de que el daño sea clínicamente evidente.
Eplerenona: selectividad clínica, seguridad comprobada
Eplerenona es un antagonista de los receptores de mineralocorticoides (MR), altamente selectivo, que bloquea la acción de la aldosterona sin interactuar con otros receptores hormonales.
A diferencia de la espironolactona — cuyo espectro de acción incluye receptores de andrógenos y progesterona, provocando posibles efectos secundarios endocrinos—, la eplerenona presenta baja afinidad por los receptores de glucocorticoides, progesterona y andrógenos, lo que evita acciones antiandrogénicas o progestágenicas no deseadas. Esto permite mantener la acción fisiológica de la testosterona sobre el tejido cardiovascular, preservando una correcta función hemodinámica incluso en tratamientos prolongados gracias a su perfil de seguridad y especificidad farmacológica.
Este perfil convierte a la eplerenona en la elección preferente para pacientes sensibles, geriátricos o con comorbilidades hormonales y renales. Además, su farmacocinética más estable, junto con una menor variabilidad individual en su metabolismo, aporta mayor predictibilidad clínica y mejor tolerancia a largo plazo. su vida media es de 4–6 horas, sin metabolitos activos, con biodisponibilidad desde el 70% hasta el 90% y metabolismo exclusivo por CYP3A4, lo que reduce la variabilidad individual y el riesgo de acumulación en pacientes con función renal comprometida.
Comparativo de seguridad:
Eplerenona vs Espironolactona
Mecanismo de acción: más allá del control electrolítico
La eplerenona actúa directamente sobre los MR ubicados en el corazón, los vasos sanguíneos y los túbulos renales, bloqueando los efectos moleculares de la aldosterona.
Efectos terapéuticos específicos:
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Antifibrótico: inhibe la expresión de colágeno tipo I/III, promueve la actividad de la matriz metaloproteasa-1 (MMP-1), modula la vida del factor de crecimiento transformante (TGF-β1) y reduce la activación de fibroblastos.
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Antiinflamatorio: reduce TNF-α, IL-6 , ROS (especies reactivas de oxígeno), modulando el estrés oxidativo, inhibe NADPH oxidasa y limita la producción de radicales libres.
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Antifibrinolítico indirecto: disminuye la expresión de inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 (PAI-1), previniendo microtrombosis y fibrosis vascular.
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Vasoprotector: mejora la función endotelial mediante aumento de óxido nítrico (NO).
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Renoprotector: estabiliza podocitos, reduce proteinuria y preserva la TFG (tasa de filtrado glomerular).
Aplicación clínica:
¿quién se beneficia más?
Plericard® (eplerenona 50 mg) se indica en:
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Pacientes en etapa B2 con cardiomegalia y remodelado incipiente
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Insuficiencia cardíaca congestiva (etapas C y D) como parte de la terapia triple
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Hipertensión arterial secundaria a EVMM o enfermedad renal
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Pacientes con proteinuria persistente sin causa prerrenal u obstructiva
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Cardiorrenales con función renal comprometida que no toleran espironolactona
Por qué iniciar desde la etapa B2
El daño inducido por aldosterona comienza antes de que el paciente presente signos. Iniciar Plericard® desde la etapa B2 permite:
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Intervenir sobre la fibrosis antes de que sea irreversible
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Mejorar la respuesta a pimobendan, IECA y diuréticos
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Prevenir hipertrofia progresiva y rigidez ventricular
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Evitar el deterioro renal asociado al remodelado cardíaco
Seguimiento clínico: monitoreo objetivo más allá del potasio
El uso de eplerenona en pacientes cardiorrenales exige un enfoque integral de seguimiento. Si bien los parámetros bioquímicos tradicionales como potasio, creatinina, urea y SDMA siguen siendo fundamentales, hoy contamos con una herramienta más poderosa y objetiva para evaluar la evolución clínica: el NT-proBNP.
¿Por qué NT-proBNP es ideal en pacientes con eplerenona?
El NT-proBNP (fragmento N-terminal del pro-péptido natriurético tipo B) se libera desde los miocitos ventriculares en respuesta al estiramiento de la pared del corazón, una consecuencia directa del remodelado y la sobrecarga hemodinámica. Al bloquear los receptores de aldosterona con eplerenona:
• Se reduce la fibrosis y rigidez ventricular, mejorando la distensibilidad.
• Se disminuye la presión de llenado y la dilatación auricular izquierda.
• Se mejora la función diastólica, al restaurar la arquitectura miocárdica.
Estas mejoras estructurales y funcionales se traducen en una menor liberación de NT-proBNP, lo que lo convierte en un biomarcador sensible para valorar la respuesta terapéutica al tratamiento.
Beneficios clínicos del uso de NT-proBNP:
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Permite evaluar la efectividad de la eplerenona en semanas o pocos meses, antes de que los cambios ecocardiográficos sean evidentes.
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Es un indicador de progresión o estabilización de la enfermedad cardiaca.
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Su disminución sostenida se asocia con menor riesgo de hospitalización, síncope y muerte súbita.
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Ayuda a ajustar decisiones terapéuticas de forma individualizada.
Conclusión: precisión terapéutica con respaldo clínico integral
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Plericard® (eplerenona) marca un punto de inflexión en la medicina veterinaria, al proporcionar una solución dirigida y coherente con la fisiopatología del paciente cardiorrenal. Su bloqueo específico de los receptores de mineralocorticoides redefine el manejo de la insuficiencia cardíaca y la enfermedad renal, no solo desde un enfoque terapéutico, sino también preventivo y de protección orgánica global.
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Con efectos antifibróticos, antiinflamatorios y vasoprotectores desde las etapas iniciales, Plericard® retrasa —e incluso puede revertir— el remodelado adverso, interviniendo antes de que el daño sea irreversible. Su perfil de seguridad, superior a otras alternativas, lo posiciona como la elección preferente en pacientes con riesgo endocrino o renal.
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La integración con herramientas de monitoreo como el NT-proBNP fortalece un enfoque dinámico y personalizado, optimizando las decisiones clínicas basadas en biomarcadores. PLERICARD no solo alivia signos: frena la progresión de la enfermedad y transforma el pronóstico. Es más que un antagonista de la aldosterona: es una terapia de precisión, diseñada para cambiar el destino de los pacientes con patologías del eje cardiorrenal.
Referencias
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