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1. Introducción

Los meningiomas constituyen aproximadamente el 40% de los tumores intracraneales primarios en perros (Ide et al. 2011). Se originan de las células capa que cubren las granulaciones aracnoideas, particularmente en el punto donde se proyectan a los senos venosos (Motta., et al. 2011). Son neoplasias extra axiales del sistema nervioso central que crecen dentro de la duramadre pero fuera del cerebro y del parénquima de la médula espinal, aunque puede producirse invasión del tejido nervioso (Mota., et al. 2011). Aproximadamente el 82% son intracraneales, el 15% se ha encontrado en la médula y el 3% ocurre en el espacio retrobulbar y en senos paranasales. 

Metaanálisis_1.png

La clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tumores cerebrales de animales domésticos, incluye 9 tipos histológicos de meningiomas caninos: meningotelial, fibroso (fibroblástico), transicional, psammomatoso, angiomatoso, papilar, granular, mixoide y anaplásico (maligno). Todos, excepto el tipo anaplásico, son de crecimiento lento con progresión relativamente benigna (Ramos Vara., et al. 2010).

Los meningiomas involucran con mayor frecuencia la mitad anterior de la superficie dorsal del cerebro cerca de la hoz. Otras localizaciones frecuentes son cerebelo, aspecto ventral o lateral del tallo cerebral, principalmente en el hipotálamo a nivel del quiasma óptico y otras superficies externas del cerebro con un patrón de crecimiento extra axial típico (Salvadori., et al. 2010).

Generalmente, ocurre en razas dolicocefálicas, especialmente en Pastor Alemán, Cobrador Dorado y Cobrador del Labrador, de los braquicéfalos el Bóxer está sobrerrepresentado. Hasta hoy, no se ha establecido predisposición por género. En la mayoría de los informes, se menciona que se diagnostica en perros de más de 7 años, sin embargo, hay publicaciones en perros jóvenes <6 meses. La mayoría de los animales presentan variedad de signos neurológicos leves o mal definidos, como alteración de la conciencia, convulsiones y disfunción vestibular (Motta., et al. 2011).

Con respecto al abordaje diagnóstico, es importante realizar estudio radiográfico de tórax, debido a que son neoplasias pueden metastatizar a los pulmones o se pueden encontrar en asociación con tumores pulmonares primarios. La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) se consideran las principales herramientas de diagnóstico ante mortem, sin embargo, la evaluación histopatológica sigue siendo la forma más confiable de lograr el diagnóstico definitivo (Motta., et al. 2011).

En cuanto al tratamiento, se han descrito varios abordajes quirúrgicos dependiendo de la localización del tumor. Así mismo, se ha informado que la radioterapia está indicada en el tratamiento para los meningiomas intracraneales y es válida para tumores inoperables o que parecen infiltrativos. Sin embargo, las estrategias del tratamiento médico más empleadas implican combinación de corticosteroides, fármacos anticonvulsivos y/o agentes antineoplásicos. Existen también artículos en medicina veterinaria, de que la mayoría de los meningiomas caninos y felinos poseen progesterona, lo cual respalda la posibilidad de que el uso de antiprogestágenos puede ser beneficioso para el tratamiento de tumores recurrentes (Motta., el at. 2011).

Existen publicaciones en las que se menciona el empleo de vacunas; se ha observado que los anticuerpos reactivos a tumores fueron capaces de inducir citotoxicidad mediada por células dependiente de anticuerpos (Andersen., et al. 2013).

No existen informes del tiempo de sobrevida de los pacientes, sólo se menciona que cuando es posible la resección quirúrgica la sobrevida es larga. En pacientes sometidos a radioterapia sugieren medias de supervivencia entre 20 y 43 semanas. Se ha sugerido que los tumores extra axiales tienen pronóstico ligeramente más favorable que los tumores intra axiales y que en general, los ubicados en la hipófisis tienen una prognosis significativamente peor que cualquiera (Morris and Dobson 2001). 

El objetivo de este trabajo es realizar el metaanálisis de la información disponible con respecto a las opciones terapéuticas en el tratamiento del meningioma y valorar el grado de evidencia científica del material disponible. 

Material y métodos 

La búsqueda de información se realizó mediante las siguientes palabras “Canine meningioma” en el buscador: https://scholar.google.com.mx/ 

Con las siguientes especificaciones: 

1) 2010- 2018 

En total se encontraron 124 resultados, de los cuales se excluyeron aquellos que estuvieran publicados en otro idioma distinto al inglés. Obteniendo un total de 105 artículos. 

De estos se incluyeron sólo aquellos que cumplieran con la siguiente variable: 

1) Los que en el título o en el resumen del artículo, incluyeran las palabras: “canine meningioma” 

Metaanálisis_2.png

Después de lo cual, se obtuvieron sólo 35 artículos. Una última variable fue excluir todos aquellos en los cuales no se mencionará tratamiento, quedando al final un total de 8 artículos. 

A los 8 artículos que cumplieron los criterios de inclusión, se les evaluó grado de evidencia, clasificándola en 6 grados, donde el nivel Ia es el mayor grado de evidencia y el nivel IV el más bajo. 

Resultados 

Motta, L. et al, en el 2011 realizaron una revisión sistemática en la cual mencionan las principales razas predispuestas, los signos clínicos observados, las pruebas diagnósticas, los hallazgos en estudios de inmunoistoquimica y de los probables biomarcadores para determinar la malignidad. Así mismo mencionan que existen opciones terapéuticas en las cuales se incluyen el tratamiento quirúrgico, sin embargo el tratamiento dependerá de la localización ya que en tumores infiltrados la opción será la quimioterapia y radioterapia. 

Hae Won, Jun. et al, en 2014 expusieron el caso de un Pastor Belga Malinois, macho entero de 8 años, el cual presentaba historia de 2 meses de declinación cognitiva, inclinación de la cabeza hacia la izquierda, paresia facial derecha y ataxia. Mediante TC se observó una masa cerebelosa y se sospechó de meningioma. Se inició tratamiento con prednisolona a 1 mg/kg PO BID e hidroxiurea a 50 mg/kg PO cada dos días, después de 4 semanas, hubo reducción significativa en el tamaño de la masa, se continuó con el mismo protocolo, sin embargo, a las 6 semanas reaparecieron los signos. Se administró mesilato de imatinib 8 mg/kg POS ID e hidroxiurea, dos semanas después los signos neurológicos mejoraron y la cuarta indicó disminución significativa en tamaño de masa. Continuó el mismo tratamiento y a las 18 semanas de evolución se observó mayor disminución en el tamaño de la masa. El paciente sufrió paro cardiorespiratorio durante la anestesia y murió. En la necropsia, se localizó una masa bien definida en la región cerebelosa derecha. Con base en los hallazgos histopatológicos, el paciente fue diagnosticado definitivamente con meningioma cerebeloso transicional. 

Brian M, Andersen et al, en 2013 realizaron un estudio en donde se trataron 11 perros con meningioma mediante cirugía e inmunoterapia (vacuna hecha con lisado de células tumorales autólogas combinado con ligandos del receptor tipo ll). Mediante análisis histológico se reveló fuerte infiltración de células plasmáticas secretoras de anticuerpos en el cerebro alrededor del tumor en el postratamiento. También se publicó que los anticuerpos reactivos a los tumores fueron capaces de inducir citotoxicidad mediada por células dependiente de anticuerpos. El diagnóstico presuntivo de meningioma se basó en los hallazgos en la RM. La resección quirúrgica se realizó bajo anestesia y los pacientes fueron hospitalizados de 1 a 2 días pos cirugía; se administraron corticosteroides para minimizar el edema peritumoral, que se suspendieron 48 horas antes de la vacunación. 

Después de la confirmación histológica, a los pacientes se les administraron vacunas quincenales con lisado derivado de sus tumores en combinación con CpG o imiquimod después de 585 días, el 36% de los pacientes continuaban vivos y la mediana de supervivencia fue de 645 días. 

Scarpante E. et al, en 2013 informan el caso del primer reporte de presentación vacuolar de meningioma en un Bóxer hembra de 10 años, que presentaba ataxia e hipermetría de un año de evolución determinando neurolocalización infratentorial. Mediante RM se observó masa en fosa caudal sugerente de neoplasia quística extra axial. Se realizó craniectomía suboccipital, el diagnóstico histopatológico fue meningioma por lo que se inició tratamiento con hidroxiurea a 20 mg/kg, el tiempo de sobrevida fue de 14 meses debido a que presentó tumor en pulmón. 

Uriarte A. et al, en el 2011 realizaron un estudio de 7 casos de perros adultos que presentaban tumores intracraneanos asociados a meningioma, se les realizó escisión quirúrgica y posteriormente continuaron con terapia de radiación. El tiempo de sobrevida de los pacientes tratados mediante cirugía y radiación fue de 18 meses posterior a la cirugía. La edad de los pacientes fue entre 7 y 13 años. Cinco de ellos se incorporaron después de las 24 horas sin presentar alteraciones neurológicas. Uno no despertó del coma y 14 días después decidieron la eutanasia. A tres perros se les retiró el tratamiento anticonvulsivo y tres continuaron con fenobarbital. El tiempo de sobrevida fue de 18 meses. Dos perros fueron eutanasiados después de presentar convulsiones en racimo 25 a 34 meses después de la cirugía. La necrosis secundaria a la radiación es la mayor complicación relacionada con dicha terapia. Éste es el primer reporte de resección quirúrgica combinada con terapia de radiación en meningiomas con un tiempo de sobrevida de 18 meses. 

Dolera M. et al, en el 2015 obtuvieron datos retrospectivos de 198 perros durante un período de 15 años. Los pacientes se agruparon según el sitio anatómico del meningioma y por opción terapéutica (paliación, cirugía y radio cirugía). El objetivo de la cirugía fue la resección total del tumor; la radiocirugía VMAT basada en LINAC, consiste en la liberación de una dosis única y grande de radiación a una lesión intracraneal, pequeña, bien definida y localizada estereotáxicamente. 91 de los perros habían sido tratados paliativamente, 69 fueron tratados con radiocirugía estereotáctica, 38 de los pacientes únicamente con cirugía. En el estudio se obtuvieron los siguientes resultados: 

Tabla de supervivencia vs tratamiento: 

Metaanálisis_3.png

Dos meses después de la radioterapia el 89% de los casos se mantuvieron estables, el 7% mostró respuesta parcial, el 4% respuesta completa. Veinticuatro meses después de la radioterapia, el 63% evidenció respuesta parcial, el 28% se mantuvieron estables y el 9% tuvieron respuesta completa. 

De acuerdo a los resultados obtenidos se determinó que los perros sometidos a radiocirugía estereotáxicamente tiene resultados superiores comparados con los tratados únicamente con cirugía convencional o tratamiento paliativo, por lo tanto este estudio propone que la radio cirugía puede convertirse en la mejor opción para meningiomas caninos resecables. 

En el 2013 López J. et al, revisaron historias clínicas de perros con diagnóstico histopatológico de meningioma tratados mediante cirugía. En el estudio se incluyeron 8 perros (5 machos y 3 hembras), con una edad media de presentación de 9.2 años de 7 razas (Cocker spaniel, Cobrador Dorado, Pastor Alemán, Husky siberiano, Gran Danés, Brittany spaniel y mestizo). El diagnóstico se confirmó por estudio histopatológico del tejido obtenido mediante escisión quirúrgica o necropsia. La supervivencia desde el diagnóstico hasta la muerte o la eutanasia fue de 7.6 a 20 meses. Los principales signos clínicos fueron ataxia progresiva crónica y/o paresia y dolor espinal de leve a grave; 4 perros recibieron tratamiento con AINES sin mejoría y sólo a 1 se le administró corticosteroides y se observó mejoría durante 2 meses pero posteriormente se deterioro. 

Fiona M. et al, 2012 describieron los primeros casos de meningiomas poliquísticos en perros. Los tres perros en este informe eran Cobradores de 8 a 11 años, raza predispuesta a desarrollar tumores cerebrales. Los pacientes fueron evaluados por signos neurológicos crónicos, los cuales incluyeron convulsiones, marcha en círculos y cambios de comportamiento. La RM demostró lesiones extra axiales. Sólo a un paciente se le realizó craniectomía transfrontal, posteriormente el perro fue dado de alta con fenobarbital (4.5 mg/kg BID), tramadol (2.8 mg/kg TID) y prednisona (1 mg/kg SID). El perro fue evaluado 2 semanas después, no había convulsionado, se informó dificultad para levantarse y se diagnósticó osteoartritis. 

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Conclusiones

Con lo observado en los casos clínicos y lo publicado en medicina humana, la falla en los implantes Tight Rope se puede deber a rechazo al material de la sutura. También otro factor que se debe descartar de manera rutinaria, son procesos de osteomielitis e infección del tejido blando secundario al implante. 
Respecto al punto isométrico utilizado de rutina, que es en el tubérculo de Gerdi, también puede ser un factor que pudiera estar predisponiendo al fracaso del implante, por lo que sería pertinente cambiarlo al sugerido anteriormente y realizar estudios al respecto de la evolución clínica. 
Es necesario establecer la tensión exacta para la sutura transquirúrgicamente, ya que así se evitarían complicaciones relacionadas con sobretensión. 
Por último, es importante evaluar transquirúrgicamente el posible daño a los meniscos, ya que es una complicación asociada a la ruptura del ligamento craneal cruzado per se, y también, tardía a falla en la técnica Tight Rope. 

Bibliografía

 

  1. Slatter D. Tratado de Cirugía en Pequeños Animales Tomo 3. ed. Intermédica, Argentina, 2006. 3ra ed: 2391-2392 

  2. Cook JL, Luther JK, et al. Clinical Comparison of a Novel Extracapsular Stabilization Procedure and Tibial Plateau Leveling Osteotomy for Treatment of Cranial Cruciate Ligament Deficiency in Dogs. Veterinary Surgery 2010; 39: 315–323 

  3. Storey P, et al. Complications of Suture Button Ankle Syndesmosis Stabilization with Modifications of Surgical Technique. Foot & Ankle International September 2012; 33(9): 717-721 Naqvi GA, et al. Tightrope fixation of ankle syndesmosis injuries: Clinical outcome, complications and technique modification. Injury, Int. J. Care Injured 2012; 43: 838–842 

  4. Naqvi GA, et al. Tightrope fixation of ankle syndesmosis injuries: Clinical outcome, complications and technique modification. Injury, Int. J. Care Injured 2012; 43: 838–842 

  5. Levien AS, Brodbelt DC, Arthurs GI. Retrospective analysis of complications and outcomes in Boxers and Staffordshire Bull Terriers undergoing cranial cruciate ligament surgery .Australian Veterinary Journal. 2013; 91(6): 220-225 

  6. Kishi EN, Hulse D, et al. Extra-Articular Stabilization of the Canine Cranial Cruciate Ligament Injury Using Arthrex Corkscrew and FASTak Anchors. Open Journal of Veterinary Medicine, 2013; 3: 156- 160 

  7. Dunn AL. et al. Inter- and intra-operator variability associated with extracapsular suture tensioning. An ex vivo study. Vet Comp Orthop Traumatol 2012; 25: 472–477 

  8. Rose ND et al. Mechanical Testing of Orthopedic Suture Material Used for Extra-Articular Stabilization of Canine Cruciate Ligament-Deficient Stifles. Veterinary Surgery 2012; (41): 266–272 

Metaanálisis sobre opciones terapéuticas en el tratamiento

del meningioma en perros 

del 2010 al 2018 

PALABRAS CLAVE >  Metanálisis > Meningioma canino > craniectomía > tomografía > resonancia magnética 

Hernández Zaragoza M1 

Espinosa Fuentes C2 

Alonso Pech M2 

Hernández Tirado A3 

Santoscoy Mejía E4 

1-Residente Hospital Veterinario de Especialidades UNAM 

2-Interno Hospital Veterinario de Especialidades UNAM 

3-Servicio Social Hospital Veterinario de Especialidades UNAM 

4-Académico del Servicio de neurología. Hospital Veterinario de Especialidades UNAM 

Resumen

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 Objetivo: Realizar el meta análisis de la información disponible acerca de las opciones terapéuticas en el manejo del meningioma en perros, valorando el grado de evidencia científica.

 

Hipótesis: El empleo de la escisión quirúrgica y la administración de antineoplásicos ofrece mayor tiempo de sobrevida en los pacientes afectados por meningioma.

 

Material y métodos: Se realizó búsqueda de información con las palabras “Canine meningioma” en el buscador: https://scholar.google.com.mx/. Se incluyeron artículos publicados en inglés entre 2010- 2018 que cumplieran con criterios de inclusión.

 

Resultados: Se encontraron 124 artículos de los que se incluyeron únicamente 8 que cumplieron criterios establecidos, por lo tanto se sometieron a análisis de evidencia científica.

 

Conclusiones: La evidencia de manejo del meningioma es de bajo grado, los estudios hasta el momento sugieren que la mejor opción es la quirúrgica, sin embargo, faltan estudios formales que avalen su eficacia en el tratamiento del meningioma. 

1. Introducción

Los meningiomas constituyen aproximadamente el 40% de los tumores intracraneales primarios en perros (Ide et al. 2011). Se originan de las células capa que cubren las granulaciones aracnoideas, particularmente en el punto donde se proyectan a los senos venosos (Motta., et al. 2011). Son neoplasias extra axiales del sistema nervioso central que crecen dentro de la duramadre pero fuera del cerebro y del parénquima de la médula espinal, aunque puede producirse invasión del tejido nervioso (Mota., et al. 2011). Aproximadamente el 82% son intracraneales, el 15% se ha encontrado en la médula y el 3% ocurre en el espacio retrobulbar y en senos paranasales. 

Metaanálisis_1.png

La clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para tumores cerebrales de animales domésticos, incluye 9 tipos histológicos de meningiomas caninos: meningotelial, fibroso (fibroblástico), transicional, psammomatoso, angiomatoso, papilar, granular, mixoide y anaplásico (maligno). Todos, excepto el tipo anaplásico, son de crecimiento lento con progresión relativamente benigna (Ramos Vara., et al. 2010).

Los meningiomas involucran con mayor frecuencia la mitad anterior de la superficie dorsal del cerebro cerca de la hoz. Otras localizaciones frecuentes son cerebelo, aspecto ventral o lateral del tallo cerebral, principalmente en el hipotálamo a nivel del quiasma óptico y otras superficies externas del cerebro con un patrón de crecimiento extra axial típico (Salvadori., et al. 2010).

Generalmente, ocurre en razas dolicocefálicas, especialmente en Pastor Alemán, Cobrador Dorado y Cobrador del Labrador, de los braquicéfalos el Bóxer está sobrerrepresentado. Hasta hoy, no se ha establecido predisposición por género. En la mayoría de los informes, se menciona que se diagnostica en perros de más de 7 años, sin embargo, hay publicaciones en perros jóvenes <6 meses. La mayoría de los animales presentan variedad de signos neurológicos leves o mal definidos, como alteración de la conciencia, convulsiones y disfunción vestibular (Motta., et al. 2011).

Con respecto al abordaje diagnóstico, es importante realizar estudio radiográfico de tórax, debido a que son neoplasias pueden metastatizar a los pulmones o se pueden encontrar en asociación con tumores pulmonares primarios. La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) se consideran las principales herramientas de diagnóstico ante mortem, sin embargo, la evaluación histopatológica sigue siendo la forma más confiable de lograr el diagnóstico definitivo (Motta., et al. 2011).

En cuanto al tratamiento, se han descrito varios abordajes quirúrgicos dependiendo de la localización del tumor. Así mismo, se ha informado que la radioterapia está indicada en el tratamiento para los meningiomas intracraneales y es válida para tumores inoperables o que parecen infiltrativos. Sin embargo, las estrategias del tratamiento médico más empleadas implican combinación de corticosteroides, fármacos anticonvulsivos y/o agentes antineoplásicos. Existen también artículos en medicina veterinaria, de que la mayoría de los meningiomas caninos y felinos poseen progesterona, lo cual respalda la posibilidad de que el uso de antiprogestágenos puede ser beneficioso para el tratamiento de tumores recurrentes (Motta., el at. 2011).

Existen publicaciones en las que se menciona el empleo de vacunas; se ha observado que los anticuerpos reactivos a tumores fueron capaces de inducir citotoxicidad mediada por células dependiente de anticuerpos (Andersen., et al. 2013).

No existen informes del tiempo de sobrevida de los pacientes, sólo se menciona que cuando es posible la resección quirúrgica la sobrevida es larga. En pacientes sometidos a radioterapia sugieren medias de supervivencia entre 20 y 43 semanas. Se ha sugerido que los tumores extra axiales tienen pronóstico ligeramente más favorable que los tumores intra axiales y que en general, los ubicados en la hipófisis tienen una prognosis significativamente peor que cualquiera (Morris and Dobson 2001). 

El objetivo de este trabajo es realizar el metaanálisis de la información disponible con respecto a las opciones terapéuticas en el tratamiento del meningioma y valorar el grado de evidencia científica del material disponible. 

Material y métodos 

La búsqueda de información se realizó mediante las siguientes palabras “Canine meningioma” en el buscador: https://scholar.google.com.mx/ 

Con las siguientes especificaciones: 

1) 2010- 2018 

En total se encontraron 124 resultados, de los cuales se excluyeron aquellos que estuvieran publicados en otro idioma distinto al inglés. Obteniendo un total de 105 artículos. 

De estos se incluyeron sólo aquellos que cumplieran con la siguiente variable: 

1) Los que en el título o en el resumen del artículo, incluyeran las palabras: “canine meningioma” 

Metaanálisis_2.png

Después de lo cual, se obtuvieron sólo 35 artículos. Una última variable fue excluir todos aquellos en los cuales no se mencionará tratamiento, quedando al final un total de 8 artículos. 

A los 8 artículos que cumplieron los criterios de inclusión, se les evaluó grado de evidencia, clasificándola en 6 grados, donde el nivel Ia es el mayor grado de evidencia y el nivel IV el más bajo. 

Resultados 

Motta, L. et al, en el 2011 realizaron una revisión sistemática en la cual mencionan las principales razas predispuestas, los signos clínicos observados, las pruebas diagnósticas, los hallazgos en estudios de inmunoistoquimica y de los probables biomarcadores para determinar la malignidad. Así mismo mencionan que existen opciones terapéuticas en las cuales se incluyen el tratamiento quirúrgico, sin embargo el tratamiento dependerá de la localización ya que en tumores infiltrados la opción será la quimioterapia y radioterapia. 

Hae Won, Jun. et al, en 2014 expusieron el caso de un Pastor Belga Malinois, macho entero de 8 años, el cual presentaba historia de 2 meses de declinación cognitiva, inclinación de la cabeza hacia la izquierda, paresia facial derecha y ataxia. Mediante TC se observó una masa cerebelosa y se sospechó de meningioma. Se inició tratamiento con prednisolona a 1 mg/kg PO BID e hidroxiurea a 50 mg/kg PO cada dos días, después de 4 semanas, hubo reducción significativa en el tamaño de la masa, se continuó con el mismo protocolo, sin embargo, a las 6 semanas reaparecieron los signos. Se administró mesilato de imatinib 8 mg/kg POS ID e hidroxiurea, dos semanas después los signos neurológicos mejoraron y la cuarta indicó disminución significativa en tamaño de masa. Continuó el mismo tratamiento y a las 18 semanas de evolución se observó mayor disminución en el tamaño de la masa. El paciente sufrió paro cardiorespiratorio durante la anestesia y murió. En la necropsia, se localizó una masa bien definida en la región cerebelosa derecha. Con base en los hallazgos histopatológicos, el paciente fue diagnosticado definitivamente con meningioma cerebeloso transicional. 

Brian M, Andersen et al, en 2013 realizaron un estudio en donde se trataron 11 perros con meningioma mediante cirugía e inmunoterapia (vacuna hecha con lisado de células tumorales autólogas combinado con ligandos del receptor tipo ll). Mediante análisis histológico se reveló fuerte infiltración de células plasmáticas secretoras de anticuerpos en el cerebro alrededor del tumor en el postratamiento. También se publicó que los anticuerpos reactivos a los tumores fueron capaces de inducir citotoxicidad mediada por células dependiente de anticuerpos. El diagnóstico presuntivo de meningioma se basó en los hallazgos en la RM. La resección quirúrgica se realizó bajo anestesia y los pacientes fueron hospitalizados de 1 a 2 días pos cirugía; se administraron corticosteroides para minimizar el edema peritumoral, que se suspendieron 48 horas antes de la vacunación. 

Después de la confirmación histológica, a los pacientes se les administraron vacunas quincenales con lisado derivado de sus tumores en combinación con CpG o imiquimod después de 585 días, el 36% de los pacientes continuaban vivos y la mediana de supervivencia fue de 645 días. 

Scarpante E. et al, en 2013 informan el caso del primer reporte de presentación vacuolar de meningioma en un Bóxer hembra de 10 años, que presentaba ataxia e hipermetría de un año de evolución determinando neurolocalización infratentorial. Mediante RM se observó masa en fosa caudal sugerente de neoplasia quística extra axial. Se realizó craniectomía suboccipital, el diagnóstico histopatológico fue meningioma por lo que se inició tratamiento con hidroxiurea a 20 mg/kg, el tiempo de sobrevida fue de 14 meses debido a que presentó tumor en pulmón. 

Uriarte A. et al, en el 2011 realizaron un estudio de 7 casos de perros adultos que presentaban tumores intracraneanos asociados a meningioma, se les realizó escisión quirúrgica y posteriormente continuaron con terapia de radiación. El tiempo de sobrevida de los pacientes tratados mediante cirugía y radiación fue de 18 meses posterior a la cirugía. La edad de los pacientes fue entre 7 y 13 años. Cinco de ellos se incorporaron después de las 24 horas sin presentar alteraciones neurológicas. Uno no despertó del coma y 14 días después decidieron la eutanasia. A tres perros se les retiró el tratamiento anticonvulsivo y tres continuaron con fenobarbital. El tiempo de sobrevida fue de 18 meses. Dos perros fueron eutanasiados después de presentar convulsiones en racimo 25 a 34 meses después de la cirugía. La necrosis secundaria a la radiación es la mayor complicación relacionada con dicha terapia. Éste es el primer reporte de resección quirúrgica combinada con terapia de radiación en meningiomas con un tiempo de sobrevida de 18 meses. 

Dolera M. et al, en el 2015 obtuvieron datos retrospectivos de 198 perros durante un período de 15 años. Los pacientes se agruparon según el sitio anatómico del meningioma y por opción terapéutica (paliación, cirugía y radio cirugía). El objetivo de la cirugía fue la resección total del tumor; la radiocirugía VMAT basada en LINAC, consiste en la liberación de una dosis única y grande de radiación a una lesión intracraneal, pequeña, bien definida y localizada estereotáxicamente. 91 de los perros habían sido tratados paliativamente, 69 fueron tratados con radiocirugía estereotáctica, 38 de los pacientes únicamente con cirugía. En el estudio se obtuvieron los siguientes resultados: 

Tabla de supervivencia vs tratamiento: 

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Dos meses después de la radioterapia el 89% de los casos se mantuvieron estables, el 7% mostró respuesta parcial, el 4% respuesta completa. Veinticuatro meses después de la radioterapia, el 63% evidenció respuesta parcial, el 28% se mantuvieron estables y el 9% tuvieron respuesta completa. 

De acuerdo a los resultados obtenidos se determinó que los perros sometidos a radiocirugía estereotáxicamente tiene resultados superiores comparados con los tratados únicamente con cirugía convencional o tratamiento paliativo, por lo tanto este estudio propone que la radio cirugía puede convertirse en la mejor opción para meningiomas caninos resecables. 

En el 2013 López J. et al, revisaron historias clínicas de perros con diagnóstico histopatológico de meningioma tratados mediante cirugía. En el estudio se incluyeron 8 perros (5 machos y 3 hembras), con una edad media de presentación de 9.2 años de 7 razas (Cocker spaniel, Cobrador Dorado, Pastor Alemán, Husky siberiano, Gran Danés, Brittany spaniel y mestizo). El diagnóstico se confirmó por estudio histopatológico del tejido obtenido mediante escisión quirúrgica o necropsia. La supervivencia desde el diagnóstico hasta la muerte o la eutanasia fue de 7.6 a 20 meses. Los principales signos clínicos fueron ataxia progresiva crónica y/o paresia y dolor espinal de leve a grave; 4 perros recibieron tratamiento con AINES sin mejoría y sólo a 1 se le administró corticosteroides y se observó mejoría durante 2 meses pero posteriormente se deterioro. 

Fiona M. et al, 2012 describieron los primeros casos de meningiomas poliquísticos en perros. Los tres perros en este informe eran Cobradores de 8 a 11 años, raza predispuesta a desarrollar tumores cerebrales. Los pacientes fueron evaluados por signos neurológicos crónicos, los cuales incluyeron convulsiones, marcha en círculos y cambios de comportamiento. La RM demostró lesiones extra axiales. Sólo a un paciente se le realizó craniectomía transfrontal, posteriormente el perro fue dado de alta con fenobarbital (4.5 mg/kg BID), tramadol (2.8 mg/kg TID) y prednisona (1 mg/kg SID). El perro fue evaluado 2 semanas después, no había convulsionado, se informó dificultad para levantarse y se diagnósticó osteoartritis. 

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Discusión

 

Sólo Hae Won (2014) publicó tratamiento mediante mesilato de imatinib e hidroxiurea, el cual tuvo un efecto favorable en la reducción del tumor, sin embargo, el tiempo de sobrevida no es significativo debido a que la causa de muerte fue paro cardiorespiratoiro durante procedimiento anestésico, por lo tanto, no se tiene tiempo de vida determinado mediante este tratamiento. El grado de evidencia de este artículo es bajo ya que sólo informa un caso, considerando que se requieren estudios donde se incluyan más pacientes tratados con este protocolo para determinar su eficacia. 

Metaanálisis_6.png

Seis de los artículos revisados concuerdan con el tratamiento escisión quirúrgica y en cuatro de estos se mencionó combinación de diversos tratamientos, de estos tres poseen grado de evidencia III, dos IIa y 1 IIb. En el artículo de Brian, M. (2013) se utilizó la combinación de escisión quirúrgica con la administración de vacuna informando sobrevida de 585 días, mientras que Sacarpante, E (2013) menciona sobrevida de 14 meses, mediante escisión quirúrgica y administración de hidroxiurea por lo tanto, de acuerdo a estos hallazgos el uso de vacuna y escisión quirúrgica ofrecería mayor tiempo de sobrevida, sin embargo, se debe considerar que el grado de evidencia de Scarpante es menor, por lo que se necesitaría realizar este mismo protocolo en una “N” mayor. 

Uriarte, A. (2011) realizó un estudio utilizando dos protocolos: Uno basado en escisión quirúrgica con sobrevida de 15 meses, mientras que con el uso de la escisión más radioterapia la sobrevida fue de 18 meses, considerando la combinación como mejor opción terapéutica. Dolera, M. (2015) mencionó sobrevida de hasta 813 días mediante el uso de radiocirugía, con mayor grado de evidencia, siendo de esta forma de acuerdo a los datos obtenidos, la radiocirugía como la mejor opción terapéutica para los pacientes con meningioma.

 

Fiona, M (2012), López, J (2013) y Dolera, M (2015) reportan el tratamiento mediante cirugía. López refiere sobrevida de 110 a 600 días y Dolera sobrevida de 567 días determinando que no existe diferencia significativa en el tiempo de sobrevida. 

Conclusiones

De acuerdo los artículos revisados podemos determinar que la cirugía sigue siendo el tratamiento más indicado en pacientes con meningioma, sin embargo, se debe considerar que algunos no pueden ser sometidos a este tipo de procedimientos, ya sea por la localización del tumor o en aquellos casos donde existe infiltración tumoral, por lo que se han explorado otras terapias alternativas con el objetivo de alargar las sobrevida de los pacientes más sin en cambio se necesitan más estudios de casos con una “N” mayor para considerar otras opciones terapéuticas exitosas. 
Comprobamos en esta revisión que existen razas predispuestas, signos clínicos, edad de presentación y que el estudio histopatológico continúa siendo el método de diagnóstico definitivo. 
Constatamos que hace falta más estudios con respecto a los diferentes tipos de meningioma y su tratamiento con la finalidad de determinar el pronóstico del paciente y las posibles diferencias en sus resultados 

Bibliografía

 

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