Puntos clave en la nutrición de hembras caninas reproductoras.
PALABRAS CLAVE > Gestación > lactancia > nutrientes > requerimientos
Introducción
La reproducción es un proceso biológico que permite la creación de nuevos organismos, para de esta manera, lograr la preservación de una especie. Si bien, existe evidencia científica de los beneficios de la esterilización a edad temprana, la reproducción canina sigue siendo una práctica común.
En un contexto ideal, la reproducción de caninos domésticos debería ser exclusivo para propietarios responsables, con mascotas en un estado de salud óptimo, con un manejo reproductivo integral: medicina preventiva, detección del estro, monta o inseminación artificial, diagnóstico y monitoreo de la gestación, atención al parto, monitoreo de la lactancia y destete, medicina preventiva de la camada y un adecuado manejo nutricional, entre otros.
Dada la extensión de este tema, en este artículo nos enfocaremos en el aspecto nutricional de la hembra gestante y lactante y su repercusión en la salud de la camada.
Manejo nutricional de hembras reproductoras caninas
El objetivo de un programa de nutricional adecuado para una hembra reproductora (gestación y/o lactancia) es mantener el peso de la hembra, reducir la pérdida de peso corporal desde la gestación-lactancia y hasta el destete (<5%)(1), reducir el riesgo de parto distócico, incrementar la supervivencia de la camada, producción láctea apropiada y de buena calidad, peso adecuado al nacimiento, fortalecimiento del sistema inmune, buena respuesta vacunal de los cachorros, crecimiento y peso adecuado de la camada por mencionar algunos.
Para preparar un adecuado programa nutricional para una hembra en gestación y/o lactancia, haremos un breve recordatorio de estos dos procesos fisiológicos, y su efecto sobre los requerimientos nutricionales de la perra.
Gestación canina
La gestación o preñez de los caninos comprende el período biológico que transcurre entre la fecundación y el parto (2). En la mayoría de los casos, se desconoce el día exacto de la ovulación y fecundación, por lo que se considera que la gestación canina tiene una duración de 57-72 días, con un promedio de 63 días (1,3,6). Por cuestiones prácticas, la gestación canina se divide en periodos de 21 días llamados tercios, por lo que se considera que el desarrollo embrionario de los caninos se divide en 3 etapas (4):
• Ovulatoria (2-17 días). En este periodo se lleva a cabo la ovulación, monta, fecundación, división celular e implantación de la mórula en el tejido uterino.
• Embrionaria (17-35 días). Etapa durante la cual, se lleva a cabo la organogénesis, proceso en el que se llevan a cabo modificaciones de las capas embrionarias para la construcción de los órganos del embrión (5), y la morfogénesis, proceso biológico en el que el embrión adquiere la forma que le corresponde según su especie (5). Hasta el día 35, el peso corporal de los cachorros representa únicamente el 2% de su peso al nacimiento (1).
• Fetal (a partir de los 35 días hasta el nacimiento). Durante esta etapa se completa el desarrollo embrionario, y su preparación para el nacimiento. Tres cuartas partes del crecimiento fetal tiene lugar durante este último tercio (a partir del día 40), en el que los cachorros ganan gasta el 70% de su peso al nacimiento (6,7).
Dada la variedad de tallas entre las razas caninas, las hembras pueden presentar: ciclos estrales semestrales o anuales. El tamaño de la camada (1-14 cachorros) suele estar relacionado con la talla la hembra; perras de talla pequeña suelen tener camadas más pequeñas, pero con productos con un peso corporal relativo mayor (7). Tomando en cuenta estas variantes, es importante individualizar y dar seguimiento puntual a cada caso.
Lactancia canina
La Real Academia Española define a la lactancia como el primer periodo de la vida de los mamíferos en la cual se alimentan exclusivamente de leche. Previo a la gestación, el tejido mamario está compuesto por tejido graso y tejido conectivo, y en menor proporción por tejido glandular. Durante la gestación y derivado del efecto de varias hormonas (estrógenos, progesterona y prolactina), la glándula mamaria aumenta de tamaño y las células glandulares que la conforman, se convierten en células secretoras o productoras de leche.
La capacidad de producción de leche depende de varios factores, entre los que podemos mencionar el peso de la hembra previo a la monta, el manejo nutricional durante la gestación, factores hereditarios, anatomía de las glándulas mamarias (pezones invertidos, mastitis, glándulas funcionales) y el tamaño de la camada (6,7). Este último factor se define por el número de cachorros succionando los pezones y activando los procesos fisiológicos de producción de leche. La primera semana de lactancia representa el 2.7% del peso corporal de la hembra, alcanzando el pico de producción alrededor de las semanas 3 y 4 (6) representando hasta el 8% del peso corporal de la perra (1).
La duración de la lactancia es variable, en términos generales, el destete (momento en que los cachorros comienzan a consumir alimento sólido) comienza a partir de la 5ª semana, que coincide con la disminución en la capacidad de la producción láctea de la hembra. Es recomendable reducir el aporte nutricional de la hembra de forma gradual, para que disminuya paulatinamente la producción láctea reduciendo así el riesgo de desarrollar mastitis (6).
Peso corporal de la hembra reproductora
• Condición Corporal. El Body Condition Score (BCS) o Escala de Condición Corporal (ECC) es una herramienta que han desarrollado autoridades internacionales de la Medicina Veterinaria a lo largo del tiempo, esta herramienta permite evaluar la morfología corporal y la palpación de estructuras óseas para calcular el tejido muscular y graso del animal.
Existen escalas del 1-5 y 1-9 (Tabla 1), en las que se considera que la condición corporal ideal es 3 y 5 respectivamente. Una condición corporal por encima del ideal (sobrepeso) en una hembra reproductora predispone a una reducción en la capacidad ovulatoria, presentación de celo silente, disminución del tamaño de la camada, anestros prolongados, producción láctea limitada, partos distócicos (6), entre otras alteraciones reproductivas, razón por la cual, para optimizar la fertilidad, es necesario que la perra con sobrepeso sea sometida a un programada adecuado de pérdida de peso previo a considerar su reproducción.
• Peso corporal durante la gestación y lactancia. Se estima que las hembras caninas, ganan solamente entre un 15-25% de peso corporal desde la monta hasta el parto, dependiendo del tamaño de la camada. Esta ganancia de peso se debe principalmente al peso de los cachorros en sí, placenta y fluidos placentarios (7).Después del parto, suelen tener de un 5-10% de sobrepeso en comparación con el peso inicial al momento de la monta, gracias al crecimiento del tejido mamario, líquido extracelular, y ganancia de tejido genital (1). Recordemos que la meta reducir la pérdida de peso al término del ciclo reproductivo.
Requerimientos nutricionales clave en la gestación y lactancia
a) Agua. Suele ser un nutriente comúnmente subestimado; sin embargo, su importancia en diversas reacciones químicas y el consecuente mantenimiento de la homeostasis general del organismo, además de su efecto sobre la producción láctea no debe pasarse por alto. Durante la gestación la ingesta de agua se limitará a la de un requerimiento de un adulto en mantenimiento; sin embargo, durante la lactancia, la ingesta de agua es elevada, ya que no sólo se utiliza para la recuperación de líquidos perdidos a través de la orina, heces y respiración (6), sino también es de vital importancia en la producción láctea. La ingesta de agua se ve afectada principalmente por el medio ambiente, la humedad del alimento, la actividad física y el estado fisiológico del animal; por ello, todos los animales, y en particular las hembras gestantes y lactantes deben tener agua limpia y fresca a libre demanda (6).
b) Energía. La energía no es en sí un nutriente, sino una propiedad de los alimentos, proveniente de tres nutrientes: proteínas, grasas y carbohidratos. La energía es expresada en Kilocalorías (Kcal) o Kilojoules (Kj). Los animales requieren de energía para el mantenimiento de su metabolismo. Un aporte insuficiente de energía predispone a un rendimiento deficiente (7).
• Requerimiento energético durante la gestación.
Como se mencionó anteriormente, la gestación canina está dividida en tres etapas, en la que se presenta un desarrollo embrionario paulatino que se ve reflejado directamente en los requerimientos energéticos de la hembra reproductora.
Recordemos que, durante la fase ovulatoria y los dos primeros tercios de la gestación, los requerimientos nutricionales de la hembra son propios de un adulto en mantenimiento (1), por lo que no es necesario llevar a cabo ninguna modificación en la dieta de la mascota, siempre y cuando consuma un alimento completo, balanceado y altamente digestible. Respecto al último tercio de gestación, el tejido fetal aumenta exponencialmente (1), lo que corresponde al incremento considerable de los requerimientos nutricionales y energéticos de la hembra (7) (alrededor de un 30-70% de aumento dependiendo del tamaño de la camada (1,6).
• Requerimiento energético durante la lactancia. El requerimiento nutricional y energético durante la lactancia, es sin duda, el más demandante a lo largo de la vida adulta de una hembra canina (6), cerca de igualar al requerimiento durante el crecimiento o el de caninos de alto rendimiento.
Los requerimientos energéticos de la hembra durante la lactancia están directamente relacionados con el volumen y contenido energético de la leche producida (7).
Existen diversas metodologías para determinar los requerimientos energéticos de hembras lactantes, es responsabilidad del Médico Veterinario responsable adaptar la que mejor convenga a las condiciones particulares de cada hembra.
c) Proteína. Las proteínas son moléculas compuestas por cadenas largas de aminoácidos. Existen 20 aminoácidos que, combinados entre sí, dan origen a un sinnúmero de proteínas, cada una con propiedades individuales. Las proteínas cumplen varias funciones como son: regulación metabólica (enzimática, endócrina), estructura celular y de fibras musculares, por lo que, son necesarias para la reparación y crecimiento tisular. La proteína es fuente de aminoácidos esenciales que los animales no pueden sintetizar por sí mismos, pero que son necesarios para la síntesis de otras proteínas del organismo. Es importante mencionar que, no sólo el aporte de proteína es importante, sino la calidad de esta. Una proteína altamente digestible se verá reflejada en la disponibilidad de los aminoácidos necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales del animal en cuestión.
• Requerimiento proteico durante la gestación. Los requerimientos proteicos de las hembras desde el apareamiento hasta el término del segundo tercio de gestación son similares a los de un perro adulto en mantenimiento (15-30% de la materia seca). Al término de la gestación, el requerimiento proteico se eleva entre un 40-70% en comparación con el de un perro adulto en mantenimiento. La deficiencia proteica durante la gestación puede disminuir el peso al nacimiento, aumentar la mortalidad dentro de las primeras 48hrs de vida y disminuir la respuesta inmune de los cachorros (1).
• Requerimiento proteico durante la lactancia. Derivado de la tasa de crecimiento de los cachorros durante la lactancia, la leche materna canina debe tener una alta concentración nutricional, especialmente hablando de proteína y grasa. Es necesario que la hembra consuma un alimento con un perfil nutricional adecuado, para garantizar la calidad de la leche (6), cuyo volumen de producción definirá los requerimientos nutricionales de la perra.
d) Grasa y ácidos grasos esenciales. La grasa no sólo representa una fuente de energía de almacenamiento para el organismo del animal, sino también cumple con otras funciones como lo es la mejora en la absorción de vitaminas liposolubles, ser fuente de ácidos grasos esenciales que no pueden ser sintetizados por el organismo animal, además de proveer de palatabilidad (sabor agradable al paladar) a los alimentos ingeridos (7). Ofrecer alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3 durante la gestación y lactancia mejora la función retinal de los cachorros.
• Requerimiento lipídico durante la gestación. Como ya se mencionó anteriormente, los requerimientos de las hembras no cambian hasta el término del segundo tercio de gestación; sin embargo, durante del último tercio, se recomienda una dieta que aporte de entre 8.5% - 20% de la materia seca de un alimento, dependiendo de la raza y tamaño de la camada (1).
• Requerimiento lipídico durante la lactancia. Optar por una dieta que aporte hasta 20% de grasa para cubrir los requerimientos energéticos de la hembra lactante y el consecuente aumento en el contenido graso de la leche materna hasta en un 30%, representa un beneficio para los cachorros, ya que, al momento del nacimiento, poseen una limitada reserva energética y este nutriente debe ser proveído a través de la leche de su madre. (1). La concentración de DHA (Ácido Docosahexaenoico) y EPA (Ácido Eicosapentaenoico) en la leche materna depende directamente de la ingesta de estos nutrientes en la dieta materna, por ello se recomienda buscar alimentos que incluyan dentro de su formulación ingredientes altos en dichos ácidos grasos como lo es el aceite de pescado.
e) Carbohidratos. Los hidratos de carbono son fuente de la molécula de energía de primera intención del organismo de los omnívoros, la glucosa (7). La deficiencia de carbohidratos durante la gestación predispone a pérdida de peso de la madre, reducción en la ingesta de alimento, disminución del peso al nacimiento, reducción de la supervivencia de neonatos y aumenta el riesgo de mortinatos (nacidos muertos). (1)
• Requerimiento de carbohidratos durante la gestación. Se sabe que la principal fuente de energía necesaria para el desarrollo fetal la provee la glucosa. Las hembras gestantes tienen altos requerimientos de carbohidratos al término de la gestación. Ofrecer una dieta limitada en carbohidratos a una perra preñada predispone a hipoglucemia y cetosis (aumento en los niveles de cuerpos cetónicos en sangre y orina).
• Requerimiento de carbohidratos durante la lactancia. Si por alguna razón se ofrece una dieta baja en carbohidratos a una perra lactante, puede presentarse una reducción en la densidad calórica de la leche (de 3-3.5% a 2%) (1), y con ello afectar directamente el aporte de energía a los cachorros.
f) Micronutrientes. Las vitaminas y minerales se consideran micronutrientes ya que su requerimiento nutricional se expresa en cantidades mínimas; sin embargo, su deficiencia tiene un efecto considerable en la salud de los animales.
Función de los minerales durante la gestación y lactancia.
• Calcio (Ca) y Fósforo (P). Durante el último tercio de la gestación, se presenta un incremento de hasta 60% de estos minerales, derivado del crecimiento acelerado del esqueleto de los fetos. La deficiencia de Calcio en la lactancia puede provocar eclampsia.
• Cobre (Cu). El cobre juega un papel importante en la formación de tejido conectivo y durante la hematopoyesis (formación de células sanguíneas (5).
• Hierro (Fe). Al término de la gestación, la hembra tiene requerimientos de hierro elevados debido a que los cachorros almacenan grandes cantidades de este mineral en el hígado, además del requerimiento propio para compensar las altas concentraciones de Hierro en el calostro materno; sin embargo, este requerimiento se normaliza una vez que comienza la transición a leche materna. La deficiencia de hierro puede incrementar la predisposición a un pobre crecimiento de la camada y concentraciones bajas de hemoglobina y bajos niveles de hematocrito en perros cachorros alimentados con leche baja en hierro.
• Zinc (Zn). Este mineral es de vital importancia en periodos donde hay una importante síntesis de tejidos, por ejemplo, durante la gestación y crecimiento.
En la práctica diaria, los Médicos Veterinarios suelen recomendar el cambio a una dieta diseñada para cachorros, para cubrir dichas necesidades energéticas, ya que, estos productos suelen tener una mayor densidad nutricional, energética y alta digestibilidad, lo que resulta benéfico para la perra, ya que compensa la reducción en su capacidad de ingesta derivada del espacio abdominal ocupado por el útero grávido (1,6). Elegir una dieta completa y balanceada evitará la necesidad de utilizar un complemento de vitaminas y minerales, ya que el alimento per se, contiene todos los nutrientes en cantidades adecuadas para garantizar un aporte nutricional adecuado. (Tabla 2).
Manejo nutricional
Con toda la información descrita en el presente artículo, podemos entonces, definir el manejo nutricional de la hembra reproductora canina.
a) Determinar la etapa reproductiva. Lo primero es definir el momento del ciclo reproductivo de la perra. Dependiendo el estado fisiológico de la perra (gestación o lactancia) será el correspondiente incremento en sus requerimientos nutricionales.
b) Análisis de la dieta actual. El Médico Veterinario debe analizar la dieta actual y determinar si la concentración de nutrientes de la fórmula, cumple o no con los requerimientos específicos del animal en cuestión.
c) Elección de la dieta. Revisar las dietas disponibles en el mercado y elegir la que provea los nutrientes necesarios de acuerdo con el estado reproductivo de la hembra. Un punto importante para tomar en cuenta es el factor económico, debemos elegir un alimento que, no sólo cubra las necesidades nutricionales de la perra, sino que se adapte a las posibilidades económicas del responsable, ya que, debemos tener la garantía de que la hembra consumirá dicho alimento hasta el término de la lactancia. Optar por el Mix Feeding (mezcla de alimento seco y alimento húmedo) puede ser benéfico si se considera que, el alimento enlatado posee un porcentaje considerable de humedad, lo que sirve de fuente indirecta de hidratación que aportará agua indispensable en el proceso de producción de leche.
d) Cálculo de Requerimientos Energéticos y dosis diaria recomendada. Por normativa, todos los alimentos para mascotas deben indicar la dosis diaria recomendada de acuerdo con el peso del animal, normalmente las empresas productoras comunican esta información a través de las Guías de Alimentación. En el caso particular de alimentos para cachorro, la mayoría productos indican dos Guías de Alimentación, una para los cachorros en crecimiento y otra para hembras gestantes y lactantes. En caso de que, el Médico Veterinario prefiere realizar cálculos nutricionales propios, existen varias fórmulas para ello. Una vez hecho el cálculo, se puede llevar a cabo la determinación de la dosis diaria recomendada (Tabla 2.) Es importante recordar la limitada capacidad digestiva de las hembras gestantes. El monitoreo del peso y la Condición Corporal de la perra (Tabla 1.) es indispensable, ya que nos permitirá determinar la necesidad de aumentar o reducir la dosis de alimento ofrecida.
e) Cambio de alimentación. Es importante recordar que, cualquier cambio de alimentación debe llevarse a cabo de manera paulatina, preferentemente en un periodo de 7-10, de manera que reduzcamos la probabilidad de provocar una diarrea mecánica derivada de la alteración en la microbiota intestinal.
f) Régimen alimenticio. Este punto se refiere al número de comidas diarias recomendadas. Esto lo define el Médico Veterinario en función de la disponibilidad del propietario. Al momento, no se ha desarrollado un método ideal, pero es importante considerar la limitada capacidad estomacal de la hembra gestante, la importancia de no sobrealimentar para reducir la ganancia de peso no deseada, ni promover la pérdida de peso debido a la sobredemanda nutricional por la reproducción. Ofrecer pequeñas cantidades de alimento en repetidas ocasiones o ad libitum, suele ser benéfico para la hembra gestante (6).
g) Periodo de alimentación de alta densidad. Tomando en cuenta que el objetivo de un programa nutricional para hembras reproductoras es principalmente, proveer de todos los nutrientes, mantener el peso y condición corporal ideal de la hembra durante la gestación y hasta el término de la lactancia, el Médico Veterinario determinará el periodo en el que la hembra deberá consumir alimento para cachorros. La práctica usual es comenzar esta transición desde el último tercio de la gestación hasta que la camada es destetada. Las revisiones médicas a lo largo de la gestación y el monitoreo del crecimiento de la camada durante la lactancia son de gran utilidad para el Médico tratante.
Tabla 2. Comparativo de dosis diaria recomendada, en 2 ejemplos de dietas del mercado.
Conclusión
Son muchos los aspectos que se deben considerar al momento que llega a la consulta una perra en vías o proceso de ser reproducida. El Médico Veterinario tiene frente a sí, un reto importante, ya que el manejo reproductivo de una perra es un programa integral que sin duda debe incluir la nutrición. Este artículo es un breve resumen de los aspectos nutricionales que debe tomar en cuenta el Médico para poder definir un manejo nutricional adecuado para la hembra gestante, que mejore no sólo la calidad de vida de la perra, sino de la camada completa
El manejo nutricional de una hembra reproductora debe:
• Elegir una dieta completa y balanceada, es decir, que provea la energía y nutrientes necesarios para el mantenimiento de la perra, y para cubrir las demandas nutricionales de los cachorros en el vientre materno y durante la lactancia (6).
En NUPEC® estamos conscientes que la reproducción (gestación y lactancia) representa una demanda nutricional y energética muy importante para las hembras caninas. Por eso hemos desarrollado NUPEC 1st CARE, una nutrición para hembras gestantes, lactantes y cachorros, con el adecuado balance de proteínas altamente digestibles, grasa, carbohidratos, vitaminas y minerales que cubren los requerimientos nutricionales de esta etapa tan importante en la vida de las mascotas.
• Evitar una excesiva pérdida de peso de la hembra.
• Evitar en lo posible el aumento de peso corporal de la perra.
• Una dieta con un mayor aporte calórico y nutricional que compense la limitada capacidad digestiva derivada por el útero grávido versus la alta demanda energética y nutricional de la reproducción.
• Ser altamente palatable para garantizar que la hembra consuma el alimento.
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