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Reporte de un caso de Leishmania infantum. En un gato en el norte México y su importancia zoonótica.

PALABRAS CLAVE > AMMeGa > Hipersomatotropismo felino > acromegalia > hipófisis > Leishmania spp > Leishmaniosis > vector > protozoario > zoonótico > parásito > nefrotóxico > citología > histopatología y reacción en cadena de la polimerasa (PCR)

García Rojas Quilantán Karla, Martínez García Saúl, Ortíz Rodríguez Diana Ameli, Reyes Cetina Carlos Alberto, Zárate Ramos Juan José.

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Introducción

La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica causada por un protozoario del género Leishmania spp. el cual que se transmite por medio de un vector perteneciente al género flebótomo; el perro se considera el principal reservorio del parásito y el gato secundario del parásito. 

 

En este artículo se hace el reporte de posiblemente el primer caso de Leishmania infantum. en el norte de México, su metodología diagnóstica y tratamiento. 

Introducción 

La Leishmaniosis es una enfermedad zoonótica causada por un protozoario del género Leishmania spp. (1, 2, 3 ) de la cual hay varias variedades, siendo Leishmania infantum la más comúnmente encontrada en perros y gatos sobre todo en Italia, España, Portugal, Francia, Grecia y Turquía.  También existen reportes de casos de otras especies como: Leishmania amazonensis, L. braziliensis, L. mexicana y L. venezuelensis (1).

 

La transmisión de la enfermedad es de tipo horizontal indirecto, la cual se transmite por medio de un vector llamado mosquito de arena del genero Flebótomo, en Europa, Asia y África, y Lutzomia en América. En regiones como Latinoamérica están activos durante todo el año y estudios demuestran que no se dispersan más de 1.0 Km de su sitio de reproducción. 

 

Como se mencionó, el ciclo de vida de Leishmania spp. incluye al mosquito de arena como vector y al animal vertebrado como hospedero principal. En el vector se encuentran los promastigotes que son transmitidos al hospedero por su saliva al alimentarse, estos entran al torrente sanguíneo y se distribuyen a tejidos y órganos blanco, aquí son fagocitados por los macrófagos y donde se multiplican por fisión binaria como amastigotes; posteriormente se liberan destruyendo al macrófago diseminándose por el torrente sanguíneo, principalmente a órganos hemo linfáticos como linfonodos, bazo, médula ósea, hígado. Cuando llegan a la piel se considera una infección sistémica. 

 

Otra manera de contagio es por transfusiones de sangre.(1)

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La enfermedad es causada por varias especies de Leishmania spp. En humanos se divide en 3 presentaciones clínicas: Leishmaniosis cutánea, mucocutánea y visceral. (4) 

 

La Leishmaniasis cutánea es la menos severa de todas, (en algunos casos puede avanzar a lesiones mucocutáneas) se presenta principalmente generando lesiones cutáneas (úlceras o nódulos simples / múltiples) cerca del lugar de la picadura, normalmente se encuentran en partes del cuerpo con poca cantidad de pelo como cara, brazos y/o piernas, las cuales suelen desarrollarse en semanas o meses.

La presentación mucocutánea se da por extensión del parásito de la piel al tejido mucocutáneo, suele ser una infección muy agresiva, provocando destrucción crónica del tejido de la nariz, boca, oro-nasofaringe y párpados, tendiendo como consecuencias problemas respiratorios y digestivos.

La presentación visceral se da por infección de los macrófagos del sistema reticuloendotelial; los cambios que se pueden encontrar son hepatomegalia, esplenomegalia y mielo supresión. En caso de presentarse, los pacientes sin tratamiento pueden llegar a morir infecciones concomitantes por otros agentes. 

 

En los felinos domésticos la enfermedad es normalmente asintomática. En un estudio realizado en 200 gatos de Brasil, solo dos mostraron signos clínicos, presentando lesiones costrosas en zona cervical dorsal, cuando esto sucedió, existió diseminación del parásito a otros tejidos.  (3) 

 

Otros signos clínicos incluyen: pápulas, nódulos, úlceras con y sin costra, comúnmente localizados en nariz, labios y orejas, estos signos dermatológicos se dan por la formación de complejos inmunes que inducen vasculitis y son responsables de causar necrosis. También existen reportes de podo dermatitis, pérdida de peso, linfadenomegalia, caquexia, debilidad y atrofia muscular, entre otros. (4)

 

Se ha encontrado falla renal en felinos con Leishmania spp., dado por inflamación crónica intersticial asociada a infección local, y en algunos casos amiloidosis. (3, 8). Existe el reporte de un caso de presentación de Leishmania spp. con presentación de mastitis inguinal. Después de 6 meses de tratamiento, el paciente fue re-evaluado y ya no presentó signos clínicos. (4, 9) 

 

Tambien hay reportes de queratoconjuntivitis, en los cuales los infiltrados inflamatorios se localizan alrededor del lagrimal y causan retención y disminución de la producción lagrimal. (4)

 

El diagnóstico puede realizarse de diferentes maneras, sin embargo, principalmente se logra por medio de citología o histopatología de las lesiones cutáneas, en las cuales se visualizan los amastigotes fagocitados por macrófagos o bien de manera extracelular, así mismo puede realizarse citología de linfonodos, médula ósea, piel, lesiones oculares o en mucosas. Como hallazgo adicional en histopatología se observa acumulación difusa de macrófagos a través de la dermis, acompañados de neutrófilos, linfocitos, células plasmáticas y mastocitos. (10, 11, 12, 13)

 

Otras pruebas incluyen test de ELISA y prueba de aglutinación directa, en las cuales se busca la presencia de anticuerpos anti Leishmania spp. En la actualidad para el diagnóstico definitivo de Leishmania spp. se utiliza la técnica de PCR, siendo esta la prueba de oro. (10, 12)

El tratamiento recomendado es alopurinol (10-20 mg/kg cada 12 o 24 horas) por vía oral, si bien causa mejoría clínica, el paciente permanece como portador. El alopurinol puede utilizarse como monoterapia o junto con aplicaciones de amoniato de meglumina (a pesar de disminuir signos, causa mayor daño renal). La dosis es de 5-50 mg/kg o 375 mg/gato cada 24 h SC o IM. (1, 8, 10) 

 

Se han estudiado otros tratamientos como miltefosina, anfoteracina B, ketoconazol, entre otros, pero no han demostrado buena respuesta. (1,5)

 

En algunos casos se ha realizado cirugía retirando el tejido lesionado, aunque se ha demostrado que vuelven a reincidir. (4)

 

El pronóstico de vida del paciente por lo general es bueno después del diagnóstico de la enfermedad, a menos de otras comorbilidades o complicaciones se encuentren.  En la mayoría de los casos se aplica eutanasia a los pacientes por enfermedad renal. 

Reporte de caso

Objetivo

El objetivo de este trabajo consistió en realizar el reporte de un caso de Leishmania spp. felina en el norte del país que se presentó en el Sierra Madre Hospital Veterinario en el municipio de San Pedro Garza Garcia en Nuevo León.  

 

Material y método (ECOP)

Se presentó a consulta un felino europeo doméstico de nombre Francita, de 10 años de edad, hembra esterilizada, de vida de interior y exterior. El motivo de consulta consistió en una lesión del plano nasal, ulcerada con costra. El tutor comentó que la paciente llevaba más de un año con este padecimiento y que había sido tratada por diferentes veterinarios con antibióticos y antiinflamatorios sin mostrar mejoría, observando que la lesión estaba empeorando. Además, reportó la presencia de estornudos y ocasionalmente ruidos al respirar. 

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Sin alteraciones, FR: Frecuencia respiratoria, FC: Frecuencia cardiaca, FLLC: Fuerte, lleno y correspondiente. 

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Estudios de laboratorio

Se realizó de forma intrahospitalaria un hemograma y química sanguínea, presentando resultados dentro de intervalos de referencia. Se refiere estudio citológico e histopatológico en un laboratorio privado, para la citología se utilizó como método de obtención de muestra impronta y punción, para la histopatología se envía biopsia de la lesión en zona rostral, obteniendo como resultados:

Estudio citológico.

- Importante presencia de macrófagos activos los cuales se encuentran fagocitando estructuras parasitarias compatibles con amastigotes de Leishmania spp., así mismo dichas estructuras lograron evidenciarse de manera extracelular. (Figura 2 y 3). Obteniendo como diagnóstico citológico “Dermatitis parasitaria por Leishmania spp.

Estudio histopatológico.

Dermis expandida por extensa respuesta inflamatoria conformada por macrófagos de citoplasma espumoso, linfocitos y células plasmáticas. En la mayoría de los macrófagos se aprecian numerosos organismos esféricos de entre 2 y 3 µm de diámetro, presentando una estructura excéntrica y alargada compatible con un quinetoplasto (Figura 4 y 5). Obteniendo como diagnóstico morfológico “Dermatitis histiocítica y linfoplasmocítica grave, difusa con numerosos protozoarios intrahistiocíticos”.

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Figura 2. Fotomicrografía a 1000 aumentos (1000 X) / Tinción Wright. Presencia amastigotes compatibles con Leishmania spp. de manera extracelular (flecha) y eritrocitos.

Figura 3. Fotomicrografía a 1000 aumentos (1000 X) / Tinción Wright. Macrófago fagocitando amastigotes compatibles con Leishmania spp. (flecha) y numerosos neutrófilos degenerados.

Figura 4. Fotomicrografía a 100 aumentos (100 X) de corte histológico / Tinción Hematoxilina / Eosina. Numerosos neutrófilos y macrófagos espumosos con organismos compatibles con Leishmania spp. (flecha)

Después de 10 semanas se apreció una lesión de igual tamaño, pero menos ulcerosa y el tutor reportó que la paciente comía mejor e incluso en una revisión posterior, aumentó de peso como se muestra en la (figura 6).

Discusión 

El diagnóstico de esta enfermedad dependerá totalmente de su presentación clínica, en este caso debido a que la paciente cursaba con la presentación cutánea se considera de primera elección a la citología, posteriormente para confirmar el diagnóstico se realizó histopatología y pruebas moleculares (PCR), de esta manera se confirma el esquema de diagnóstico tal y como marca la literatura. Es necesario confirmar el diagnóstico mediante pruebas moleculares ya que tanto la citología o la histopatología en ocasiones podría no diferenciar los agentes de Toxoplasma gondii.

 

Por todo esto se considera que el abordaje diagnóstico se llevo a cabo de la manera correcta. (10, 11, 12, 13)

 

Con respecto al tratamiento, se consideró la selección del alopurinol debido a que es el fármaco para esta patología que tiene menos efectos colaterales. Es importante mencionar que, al momento de la revisión, la paciente se encontró en un estadio 2 de acuerdo al IRIS. Es recomendable considerar el monitoreo constante de la función renal, debido a ya sea por el parásito o por el mismo tratamiento, el paciente pudiera empeorar en los siguientes meses.

Conclusión

Hasta donde sabemos, este es el primer caso diagnosticado con Leishmania infantum en un felino doméstico en el norte del país. Nos parece importante reportarlo ya que es una enfermedad zoonótica y muy poco común en esta especie  

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Figura 5. Fotomicrografía a 400 aumentos (400 X) de corte histológico / Tinción Hematoxilina / Eosina. Numerosos neutrófilos y macrófagos espumosos con organismos compatibles con Leishmania spp. (flecha)

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Figura 6. Lesión después de 10 semanas de tratamiento.

Biblografía

 

1. Pennisi, M. G., & Persichetti, M. F. Feline leishmaniosis: Is the cat a small dog?. Veterinary parasitology, (2018). 251, 131–137

2. Fernandez-Gallego, A., Feo Bernabe, L., Dalmau, A., Esteban-Saltiveri, D., Font, A., Leiva, M., Ortuñez-Navarro, A., Peña, M. T., Tabar, M. D., Real-Sampietro, L., Saló, F., Lloret, A., & Bardagí, M. . Feline leishmaniosis: diagnosis, treatment and outcome in 16 cats. Journal of feline medicine and surgery, (2020) 22(10), 993–1007.

3. Soares, C. S., Duarte, S. C., & Sousa, S. R. What do we know about feline leishmaniosis?. Journal of feline medicine and surgery,(2016) 18(6), 435–442.

4. Craig E. Greene, Infectious Diseases of the dog and cat, ( 2012 ), 734-748. 

5. McGwire, B. S., & Satoskar, A. R. Leishmaniasis: clinical syndromes and treatment. QJM : monthly journal of the Association of Physicians, (2014) 107(1), 7–14

6. Rivas, A. K., Alcover, M., Martínez-Orellana, P., Montserrat-Sangrà, S., Nachum-Biala, Y., Bardagí, M., Fisa, R., Riera, C., Baneth, G., & Solano-Gallego, L. Clinical and diagnostic aspects of feline cutaneous leishmaniosis in Venezuela. Parasites & vectors, (2018). 11(1), 141.

7. Silvestrini P. Dealing with leishmaniosis in dogs and cats. The Veterinary record, (2019). 184(8), 254–255.

8. Roura, X., Cortadellas, O., Day, M. J., Benali, S. L., Canine Leishmaniosis Working Group, & Zatelli, ACanine leishmaniosis and kidney disease: Q&A for an overall management in clinical practice. The Journal of small animal practice, (2021). 62(1), E1–E19.

9. Pereira, A., Valente, J., Parreira, R., Cristovão, J. M., Azinheira, S., Campino, L., & Maia, C. An Unusual Case of Feline Leishmaniosis With Involvement of the Mammary Glands. Topics in companion animal medicine, (2019) 37, 100356. 

10. Pennisi, M. G., Hartmann, K., Lloret, A., Addie, D., Belák, S., Boucraut-Baralon, C., Egberink, H., Frymus, T., Gruffydd-Jones, T., Hosie, M. J., Lutz, H., Marsilio, F., Möstl, K., Radford, A. D., Thiry, E., Truyen, U., & Horzinek, M. C. Leishmaniosis in cats: ABCD guidelines on prevention and management. Journal of feline medicine and surgery, (2013) 15(7), 638–642.

11. Cardoso L, Lopes A. P., Sherry K, Schallig H, Solano-Gallego L. Low Prevalence of Leishmania infantum infections in cats from northern Portugal based on DAT and ELISA. ELSEVIER Veterinary Parasitology, (2010) 174, 37-42.

12. Trainor K.E., Porter B.F., Logan K.S, Hoffman R.J., Snowden K.F. Eight Cases of Feline Cutaneous Leishmaniasis in Texas. Veterinary Pathology Online, (2010) 47(6), 1076-1081.

13. Coura F.M., Passos S.K.P, Pelegrino M.O.F, et. al. Serological, molecular, and microscopic detection of Leishmania in cats (Felis catis) in Belo Horizonte, Minas Gerais State, Brazil. Brazilian Journal of Veterinary Parasitology. (2018). DOI: https://doi.org./10.1590/S1984-296120180052

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