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Inducción de la inmunidad de mucosas en la prevención del complejo respiratorio infeccioso Canino.

PALABRAS CLAVE > Inmunidad de mucosas > Vacunación > Complejo respiratorio infeccioso canino  Bordetella bronchiseptica

MVZ EDV M en E Alejandro Sánchez Pacheco.

Gerente Técnico Unidad de Negocios de Animales de Compañía 

MSD Salud Animal México.

alejandro.sanchez@merck.com

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Introducción

La mayoría de los microorganismos tienen como vía de entrada alguna superficie mucosa, más aún aquellos que se ingieren o que se inhalan. Motivo por el cuál estás superficies cuentan con una gran cantidad de defensas físicas, químicas e inmunológicas. 

 

En el caso del complejo respiratorio infeccioso canino, que es una enfermedad multifactorial altamente contagiosa, la vía de entrada de los diferentes agentes etiológicos es la vía aérea y a su vez, el aparato respiratorio es el órgano diana de estos agentes; colonizan las células del epitelio respiratorio.

Adicionalmente, esta enfermedad de rápida propagación es prevenible a través de la vacunación selectiva a perros en una situación de mayor exposición, como son aquellos que asisten a guarderías, a parques para perros, a estéticas, viven en refugios o bien, son paseados en conjunto con otros perros o viajan en transportes junto a otros perros (avión). 

 

La optima protección de las superficies mucosas y la limitación de infecciones sistémica es a través de la inducción de inmunoglobulinas A secretora (SIgA), esto solamente es posible lograrlo con vacunas aplicadas directamente en la mucosa, debido a que las vacunas inyectadas convencionalmente son malas inductores de este mecanismo, a causa de que la producción de estos anticuerpos está regulada de manera diferente a la de las IgG e IgA sistémicos.

 

Inmunidad de mucosas

Las mucosas de todo el organismo, incluidas las mucosas respiratoria, digestiva, urinaria, ótica, entre otras, contienen, al igual que la piel, extensos y muy relevantes mecanismos de defensa físico y químicos que eliminan o repelen cualquier material considerado como “extraño”. (Fariñas) 

 

Adicionalmente, la protección de estas superficies está asegurada por el sistema inmunológico de la mucosa, que consiste en una red compleja de células y moléculas designadas como tejidos linfoides asociados a la mucosa (MALT). El papel del MALT es claramente distinto del sistema inmunológico sistémico, que principalmente mantiene el cuerpo interno estéril y libre de microbios, antígenos extraños y células muertas o alteradas. El sistema inmunológico de las mucosas está diseñado para tolerar los microbios comensales y los alimentos, pero también para iniciar respuestas inmunitarias adaptativas contra patógenos invasores y proporcionar una primera línea de defensa en su portal de entrada. (Boyaka, 2017) 

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El MALT se subdivide según el tejido mucoso al que se asocia (es decir, gastrointestinal, respiratorio, cervical) y su composición difiere entre especies. En los perros, el palatino, lingual y las amígdalas nasofaríngeas son las más claramente identificadas componentes de la MALT respiratorio. (Mitchell & Brownlie, 2015) La administración oral se vale de los linfonodos cervicales para inducir respuestas mucosas similares a la de la inmunización intranasal. (Boyaka, 2017) En estos sitios, también se han detectado grandes cantidades de inmunoglobulinas A secretora (SIgA). (Tizard, 2019)

 

Las SIgA adicional al relevante papel que tiene en la detección de microbios comensales y la regulación de su sobrecrecimiento, también protegen al hospedero al unirse a la superficie de los microbios luminales y las toxinas para evitar que se adhieran a las células epiteliales en un mecanismo denominado, exclusión inmunitaria. Este mecanismo de exclusión limita la capacidad para desencadenar respuestas inflamatorias y, por lo tanto, genera un efecto antiinflamatorio. (Boyaka, 2017)

 

Como ya se explicó el principal mecanismo en la protección de las superficies mucosas es la exclusión inmunitaria, sin embargo, existe otro mecanismo en caso de que los antígenos consigan acceder a la mucosa, este es la eliminación inmunitaria, mediada por IgG e IgE, por el complemento, y con la participación de neutrófilos y células cebadas. (Tizard, 2019)

 

Complejo respiratorio infeccioso canino (CRIC)

El complejo respiratorio infeccioso canino es un síndrome clínico complicado que no se limita a la tráquea (traqueobronquitis infecciosa), ni siempre se manifiesta como tos (tos de las perreras). 

 

En este complejo respiratorio se han identificado múltiples patógenos bacterianos y virales, que actúan de forma secuencial y sinérgica, entre los que se encuentran: virus de la Parainfluenza canina, Adenovirus tipo 2, Coronavirus respiratorio canino (distinto del Coronavirus entérico canino y distinto de los Coronavirus beta que afectan personas) Herpesvirus tipo 1, Pneumovirus y en ocasiones el virus del Distemper canino y el virus de Influenza canina (H3N8 y H3N2). Por su parte las bacterias que han sido aisladas en perros que han padecido este complejo respiratorio son: Bordetella bronchiseptica, Mycoplasma spp., y Streptococcus zooepidemicus (University of Wisconsin Madison, 2015) B. bronchiseptica puede desempeñar el papel de patógeno primario o invasor secundario dentro del complejo, además de considerarse una zoonosis poco común pero potencialmente grave en personas inmunodeprimidas. (Stavisky, 2019)

Los signos clínicos del CRIC pueden incluir estornudos, secreción nasal y ocular y, a veces, signología sistémica (fiebre, depresión y anorexia). Durante las etapas inflamatorias aguda y subaguda, las vías respiratorias se llenan de exudado espumoso, seroso o mucopurulento de dependiendo de los agentes involucrados y se observa agrandamiento de tonsilas y linfonodos retrofaríngeos y traqueobronquiales. (López, 2017) Los casos graves pueden progresar a bronconeumonía que, en caso de cachorros o cuando está implicado el virus de la Influenza canina pueden llegar a ser mortal. (Merck Animal Health). 

 

Las secuelas pueden incluir diseminación distal que induce bronquitis crónica. (López, 2017)

 

La compleja patogénesis del CRIC incluye los entornos de alta densidad, estrés y mala ventilación, como los refugios, donde se amplifica la exposición, la susceptibilidad y la transmisión de enfermedades infecciosas. (University of Wisconsin Madison, 2015) Sin embargo, no es el único ambiente donde puede existir esta proximidad entre los perros, otros escenarios comunes son guarderías, parques para perros, estéticas, o bien, son paseados en conjunto con otros perros o viajan en transportes junto a otros perros. (Merck Animal Health)

 

Vacunación e inmunidad

Actualmente se dispone de biológicos para prevenir los principales agentes primarios del CRIC, lo que en algunos casos evita una prevención completa, pero a pesar de esta limitación, la vacunación disponible juega un papel importante en el control del CRIC. (University of Wisconsin Madison, 2015)

 

En el contexto del CRIC, los perros que reciben vacunas básicas regulares desde cachorros deben, por lo tanto, estar adecuadamente protegidos contra la infección por CDV y CAV-2, dos patógenos tradicionalmente asociado con la enfermedad respiratoria canina. (Mitchell & Brownlie, 2015)  De acuerdo a las recomendaciones de WSAVA, la administración inicial en cachorros menos de 16 semanas ocurre entre las 6 y 8 semanas de edad, luego cada 2-4 semanas hasta las 16 semanas de edad o más con refuerzos al año y posteriormente cada 3 años. (Day, Horzinek, Schultz, & Squires, 2016). En muchos casos, CPIV también se incluye como un componente de las vacunas esenciales multivalentes.

B. bronchiseptica lo podemos encontrar como producto monovalente o en combinación con CPiV o con CPiV y CAV-2. Así mismo, podemos optar por:

 

• B. bronchiseptica (bacteria viva avirulenta) + CPiV (MLV) intranasal.

• B. bronchiseptica (bacteria viva avirulenta)  + CPiV (MLV) + CAV-2(MLV) intranasal.

• B. bronchiseptica (bacteria viva avirulenta) oral 

• B. bronchiseptica (bacterina, muerta) parenteral

• B. bronchiseptica (extracto antigénico de pared celular) parenteral (Day, Horzinek, Schultz, & Squires, 2016).

 

Los biológicos aplicados por vía intranasal u oral en la vacunación inicial de cachorros requiere la administrar una única dosis tan temprano como a las 3 semanas de edad (intranasal) u 8 semanas (oral) y posteriormente cada año una sola aplicación.  Por otro lado, los biológicos de aplicación parenteral en su vacunación inicial requiere de dos dosis separadas por 2-4 semanas, iniciando en la semana 6 a 8 con revacunación anual. (Day, Horzinek, Schultz, & Squires, 2016)

 

Las vacunas subcutáneas aunque son buenas para inducir inmunidad sistémica, tienden a ser inductores relativamente pobres de la inmunidad de la mucosa; por el contrario, se ha demostrado que las vacunas de mucosas son buenas para inducir inmunidad tanto mucosa como sistémica. (Mitchell & Brownlie, 2015). 

 

Se ha demostrado que la protección de las mucosas comienza en tres días para aplicaciones intranasales (Gore, y otros, 2005) y en siete días para aplicaciones orales. (Ellis, y otros, 2016) De acuerdo a WSAVA, se prefieren los productos intranasales u oral en lugar del parenteral muerto para brindar protección local (Day, Horzinek, Schultz, & Squires, 2016).

 

Las vacunas intranasal y oral NO deben darse por inyección parenteral ya que puede producir una reacción severa e incluso la muerte.

 

En EEUU está autorizada una vacuna contra el virus Influenza canina (H3N8 y H3N2), considerarla para grupos de riesgo de perros alojados juntos tales como en perreras, exhibiciones o guarderías. (Day, Horzinek, Schultz, & Squires, 2016).

Conclusiones

 

El complejo respiratorio infeccioso canino es un síndrome clínico complicado al que están expuesto una gran cantidad de perros, tanto por la fácil propagación a través de aerosoles de los diferentes agentes bacterianos y virales involucrados, como por la falta de identificación de factores de riesgo a lo que están sometidos los perros incluyendo la socialización con otros perros de forma no planeada.

 

La inducción de la inmunidad de mucosas a través de biológicos aplicados por vía intranasal u oral han demostrado tener varias ventajas en la protección de los perros, tales como, un rápido inicio de la protección (72 hrs IN, 7 días Oral), una sola aplicación con duración de la inmunidad de un año y la pronta aplicación de vacunas IN en cachorros (desde las 2 semanas de edad) al no interferir con anticuerpos derivados de la madre, así como el uso en perras gestantes y lactantes. 

Bibliografía​​

  1. Boyaka, P. N. (2017). Inducing Mucosal IgA: A Challenge for Vaccine Adjuvants and Delivery Systems. Journal of immunology, 199(1), 9 - 16. doi:https://doi.org/10.4049/jimmunol.1601775

  2. Day, M., Horzinek, M., Schultz, R., & Squires, R. (2016). Directrices para la vacunación de perros y gatos. Journal of Small Animal Practice, 57.

  3. Ellis, J., Gow, S., Waldner, C., Shields, S., Wappel, S., Bowers, A., . . . Xu, E. B. (2016). Comparative efficacy of intranasal and oral vaccines against Bordetella bronchiseptica in dogs. The Veterinary Journal, 212, 71 - 77.

  4. Fariñas, F. (s.f.). Actualización en inmunidad de mucosas y vacunas mucosales. Obtenido de Axón Veterinaria: http://axonveterinaria.net/app/criaysalud/50/PDFs/Actualizacion_en_inmunidad_de_mucosas_Fernando_Farinas.pdf

  5. Gore, T., Headley, M., Laris, R., Bergman, J., Sutton, D., & Jacobs, L. H. (2005). Intranasal kennel cough vaccine protecting dogs from experimental Bordetella bronchiseptica challenge within 72 hours. The Veterinary Record, 156, 482-483.

  6. López, A. (2017). Respiratory System, Mediastinum and Pleurae. En J. F. Zachary, Pathology Basis of Veterinary Disease (págs. 471-560). Mosby.

  7. Merck Animal Health. (s.f.). Canine Infectious Respiratory Disease Complex (CIRDC). Obtenido de Nobivac: https://www.merck-animal-health-usa.com/nobivac/canine-cirdc#Canine_CIRDC_Overview

  8. Mitchell, J. A., & Brownlie, J. (2015). The challenges in developing effective canine infectious. Journal of Pharmacy and Pharmacology, 67, 372 -381. doi:10.1111/jphp.12380

  9. Stavisky, J. (octubre de 2019). Focus on Disease: Canine infectious respiratory disease complex and bordetella bronchiseptica. Obtenido de Small Animal Veterinary Surveillance Network: https://www.liverpool.ac.uk/savsnet/focus-on-disease/canine-respiratory-disease-complex-bordetella-bronchiseptica/

  10. Tizard, I. (2019). Inmunología Veterinaria. Elsevier. University of Wisconsin Madison. (2015). Canine Infectious Respiratory Disease Complex. Obtenido de Shelter Medicine Program: https://www.uwsheltermedicine.com/library/resources/canine-infectious-respiratory-disease-complex-a-k-a-kennel-cough

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