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Uso de azitromicina para el tratamiento de criptosporidiosis en caninos: Reporte de Caso

 
 
PALABRAS CLAVE >   Criptosporidiosis > protozoario > parásitos
> caninos > azitromicin

Rafael Heredia Cardenas¹,², Montserrat Guillot Vargas¹.

¹ Centro Integral Veterinario, Salud y Bienestar Animal CIVET.

 

²Doctorado en Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales, Centro Universitario UAEM 

Amecameca, Universidad Autónoma del Estado de México.

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Introducción

La criptosporidiosis canina, es una enfermedad parasitaria subdiagnosticada y poco estudiada en México, tiene distribución mundial, está presente en múltiples hospedadores (Vitela, et al., 2019). Cryptosporidium es un protozoario pequeño (4-6µm), que afecta al epitelio del tracto digestivo y respiratorio de los mamíferos, incluidos los humanos, los reptiles, los anfibios y las aves. El género Cryptosporidium tiene más de 30 especies reconocidas hasta ahora y numerosos genotipos. Los perros pueden infectarse con C. canis, C. parvum, C. ubiquitum y C. andersoni. (Piekara et al., 2021). Afecta a perros tanto hogareños, ferales y de criaderos. Se infectan a través de los ooquistes esporulados dejados directamente en la materia fecal depositados al ambiente (Vergara y Quílez, 2004). Se presenta el caso de un canino con criptosporidiosis en una zona urbana del estado de México.

Presentación de caso

En junio de 2019, se presenta a consulta un paciente canino, raza Schnauzer, macho de 4 años, entero, de nombre Bono, ingesta de alimento comercial, agua del grifo, con cuadro de vacunación y desparasitación completo, vive dentro de casa, deambula en el patio, sale todos los días a caminar a una ciclopista, sale de una a dos veces por mes a un bosque con lago. 

 

El motivo de consulta es que el paciente presenta diarrea liquida color rojizo (Imagen 1), anorexia, vómitos con 3 días de evolución. Al examen físico Bono presenta mucosas secas, con llenado capilar de más de 3 segundos, temperatura corporal de 39.9, y dolor abdominal, demás constantes dentro de rango, se toma muestra fecal para examen coprológico. Al examen macroscópico se corroboran heces liquidas color rojo con moco, el examen microscópico mediante la técnica de frotis húmedo directo y flotación de Willis muestra ausencia de formas parasitarias, la BH muestra desviación a la izquierda por lo que se ingresa a hospitalización hasta la remisión de los vómitos y deshidratación; 2 días posteriores se instaura el tratamiento vía oral para gastroenteritis hemorrágica (protector gastico, antidiarreico, antiemético, antinflamatorio y antibioterapia), los signos remitieron a los 3 días, a los 7 días regresa a revisión y el paciente es dado de alta. 

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Posteriormente a los 15 días Bono regresa con diarrea con sangre, sin vomito. Los hallazgos al examen físico son, mucosas secas, rosa pálido, llenado capilar 2 segundos, dolor abdominal a la palpación, se repite la toma de muestra fecal, el examen macroscópico se encuentran heces pastosas, rojas, con presencia de moco, al examen microscópico con frotis húmedo directo y flotación de Faust no hay presencia de formas parasitarias, por lo que se decide realizar la técnica de tinción de Kinyoun (Fotomicrografía 1) de frotis fecal (Ziehl-Neelsen modificada observado con aumento de 100X con aceite de inmersión), en la cual hay presencia de ooquistes de Cryptosporidium spp., los cuales son identificados por su tamaño morfología y color, por lo que al tener la vía oral permeable se aplica tratamiento con azitromicina 20 mg/kg, PO, cada 24 horas. 

A los 5 días postratamiento remitieron los signos pero se continua el tratamiento 3 días más, cabe mencionar que a los 4 días de iniciado el tratamiento el paciente presenta vomito por lo que se añade la administración de sucralfato PO cada 12 horas con lo que remite el vómito, el paciente fue alimentado con alimento de prescripción para pacientes GI a partir del segundo día postratamiento, y al terminar el tratamiento se administraron probióticos, se recomendó a los responsables la limpieza y desinfección de las áreas donde deambula el paciente así como todos sus utensilios como platos, cama casa etc. Se realizó seguimiento del paciente mediante coproparasitoscópico (frotis húmedo directo y tinción de Kinyoun) a los 15 y 30 días y no hubo presencia de ooquistes de Cryptosporidium spp. 

Discusión  

En algunas enfermedades de origen parasitario existe asociación con animales jóvenes, en el metaanálisis realizado por Li et al., en 2021 encontró que la edad joven si está asociada a infecciones por Cryptosporidium en perros, aunque en el estudio realizado por Piekara et al. en 2021, no se observaron diferencias estadísticamente significativas relacionadas con la edad de los animales y la presencia de diarrea en infecciones por Cryptosporidium en perros, como sucedió en el caso de Bono que es un canino adulto. 

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Imagen 1.  Aspecto de la diarrea del paciente Bono

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Fotomicrografía 1.    Ooquiste de Cryptosporidium spp. teñido con Kinyoun en aumento 100X con aceite de inmersión.

Li y colaboradores mencionan que la diarrea si está asociada a la infección por Cryptosporidium spp. en contraste a lo reportado por Piekara et al. (2021) que mencionan que la frecuencia de Cryptosporidium spp. es similar en los perros diarreicos y no diarreicos, por lo que la presencia de diarrea no se podría considerar como un signo definitivo para el diagnóstico, aunque en el caso de Bono si presento diarrea, aunque esta remitió con la administración de antibióticos de amplio espectro, posteriormente reincidió y esto si proporciono un indicio para utilizar otra técnica de diagnóstico.

 

Que el paciente reincidiera pudo ser provocado en primer lugar porque no había un diagnóstico ni un tratamiento específico para Cryptosporidium spp. y a la probable presencia del protozoario en casa del paciente, Li et al., (2021) menciona que las malas condiciones sanitarias son factores de riesgo generales para los patógenos entéricos aunque en el mismo metaanálisis menciona las mascotas domésticas que viven en el interior tienen tasas de infección relativamente bajas debido a la reducida densidad de animales y al limitado contacto con otros animales y entornos contaminados, en el caso de nuestro paciente si convivía con otros perros ya que salía todos los días a pasear y frecuentaba un bosque con lago y en ambos sitios acuden gran cantidad de perros incluso perros peridomésticos y ferales.

 

La azitromicina se ha utilizado con éxito para el tratamiento de la criptosporidiosis, este fármaco se administró a razón de 10 mg/kg por vía oral diariamente durante un mínimo de 10 días en perros y gatos, con una respuesta variable. Se desconoce la duración óptima del tratamiento, pero pueden ser necesarias varias semanas de terapia para que la diarrea se resuelva totalmente (Scorza y Tangtrongsup, 2010). 

 

Este fármaco parece ser seguro en perros; el efecto secundario potencial más significativo es la irritación gastrointestinal leve. En el caso de Bono a los ocho días de la administración de Azitromicina a 20 mg/kg cada 24 horas, remitió la diarrea y como mencionan Scorza y Tangtrongsup (2010) se presentaron signos de irritación gástrica.

Conclusiones 

La criptosporidiosis es una parasitosis de difícil diagnóstico debido a la especificidad de la técnica de tinción y de tratamiento, pues las desparasitaciones convencionales no tendrán efecto sobre este protozoario. Una vez diagnosticada es posible tratarla y controlarla con un manejo integral que involucre un plan terapéutico adecuado para el paciente incluyendo el manejo del ambiente

Referencias

1. Piekara-Stępińska, A., Piekarska, J., Gorczykowski, M. 2021. Cryptosporidium spp. in dogs and cats in Poland. Case Reports Ann Agric Environ Med. 28(2):345-347.

 

2. Li, J., Ryan, U., Guo, Y., Feng, Y., Xiao, L. 2021. Advances in molecular epidemiology of cryptosporidiosis in dogs and cats. Int J Parasitol. 51(10):787-795

 

3. Scorza, V., Tangtrongsup, S. 2010. Update on the diagnosis and management of Cryptosporidium spp infections in dogs and cats. Topics in Companion Animal Medicine, 25(3):163-169.

 

4. Vitela, I., Padilla, K., Cruz, C., Medina, L. y Ramos, M. 2019. Cryptosporidium infection frequency in dogs on dairy farms and in urban areas of the state of Aguascalientes, Mexico. Rev Mex Cienc Pecu; 10 (1) :1-13.  

 

5. Vergara, C. y Quílez, J. 2004. Criptosporidiosis: una zoonosis parasitaria. MVZ-Córdoba; 9 (1) :363-372. 

 

6. Khurana, S. y Chaudhary, S. 2018. Laboratory diagnosis of cryptosporidiosis. Tropical Parasitology; 8 (1).

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