Año XXI. Edición 126. Noviembre Diciembre 2024
La suplementación con Omega 3, Omega 6 y Vitamina E en el cuidado de tu mascota.
PALABRAS CLAVE: Suplementación en mascotas > Omega 3 > Omega 6 > Vitamina E > salud cutánea
Rafael Heredia¹, Blanca A. Aguirre³
¹ Profesor de Parasitología, Centro Universitario UAEM Amecameca,
Universidad Autónoma del Estado de México.
² Química de Desarrollo, Laboratorio PETGEL,
Azcapotzalco, Ciudad de México.
La suplementación con ácidos grasos esenciales, como el omega 3 y omega 6, junto con la vitamina E, han demostrado que juegan roles vitales en la inflamación, la estructura celular y la protección contra el estrés oxidativo, por lo que estos compuestos no solo contribuyen al bienestar general, sino que también tienen aplicaciones clínicas específicas, sin dejar a un lado que una combinación de estos omegas refleja su salud en la piel y pelo.
La piel, como órgano más grande del cuerpo, actúa como barrera protectora contra el entorno. Su integridad y funcionalidad están ligadas al suministro adecuado de nutrientes, que influyen en la capacidad de la piel para proteger, reparar y regenerar. Los problemas dermatológicos en mascotas, como la sequedad, la descamación, la pérdida de pelo y las infecciones cutáneas, son condiciones frecuentes que pueden derivar de una nutrición inadecuada o de factores ambientales, lo que resalta la importancia de una correcta suplementación.
La suplementación con nutrientes específicos, como los ácidos grasos esenciales omega 3, 6, y antioxidantes como la vitamina E, han demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar y mantener la salud de la piel y el pelaje en perros y gatos.
¿De dónde pueden obtener los ácidos omega las mascotas?
Estos no pueden ser producidos internamente en cantidades suficientes, por lo que deben obtenerse a través de la dieta. En los perros, es posible satisfacer sus necesidades nutricionales únicamente con ácido linoleico (AL), ya que pueden sintetizar una cantidad generalmente adecuada de aminoácidos, partiendo del ácido araquidónico (AA). No obstante, hay excepciones que dependen del estado fisiológico del animal, siendo necesario un aporte externo de AA durante las fases de crecimiento y reproducción (NRC, 2006).
En contraste, los gatos presentan una actividad limitada de desaturasa, la enzima requerida para convertir AL en AA, lo que hace que los aminoácidos sean siempre esenciales para ellos; por lo tanto, es imprescindible su suministro externo (McDonald et al., 2013; Elices, 2010). Es importante considerar que los grandes felinos en su hábitat natural obtienen aproximadamente el 60% de su energía a partir de grasas.
La naturaleza y la cantidad de grasa en la dieta influyen en la aceptación del alimento por parte de los gatos. En términos generales, las dietas que contienen un mayor contenido de grasa tienden a ser más atractivas para ellos en comparación con aquellas que tienen un bajo contenido graso (NRC, 2006).
Las principales funciones que desempeñan estos ácidos grasos en el organismo animal se pueden resumir de la siguiente manera:
Omega-3
Incluye el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y beneficios para la salud cardiovascular, el sistema nervioso y la piel. Se encuentran en pescados grasos, semillas de chía y lino, y en algunas algas.
Estudios han demostrado que el EPA y el DHA tienen efectos beneficiosos en condiciones dermatológicas como la dermatitis atópica, reduciendo la inflamación y mejorando la barrera cutánea en perros. La suplementación con omega 3 también promueve un pelaje más brillante y menos quebradizo, disminuyendo la caída del pelo y mejorando la textura del pelaje.
Omega-6
Este grupo incluye el ácido linoleico (LA) y el ácido araquidónico (AA). Estos juegan un rol importante en la estructura de las membranas celulares, en la salud de la piel y en la respuesta inflamatoria del organismo. Sin embargo, un exceso de omega-6, especialmente en relación con los omega-3, puede potenciar la inflamación. Se encuentran principalmente en aceites de origen vegetal y en algunos frutos secos.
El ácido linoleico es necesario para mantener la hidratación y elasticidad de la piel, y su deficiencia puede llevar a un pelaje seco y escamoso. En gatos, la suplementación con omega 6 ha mostrado mejoras significativas en la calidad del pelaje, haciéndolo más suave y denso.
Adicionalmente se ha documentado que la inclusión de (AA) en la dieta es crucial para satisfacer los requisitos de los gatos en etapas con mayores demandas metabólicas, como lo es durante el embarazo y el crecimiento.
El ácido araquidónico (AA), un sustrato del omega-6, favorece la producción de eicosanoides pro-inflamatorios, tales como prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos, que desempeñan un papel crucial en los tejidos inflamatorios, contribuyendo a un entorno propicio para el desarrollo tumoral. En contraste, los ácidos eicosapentanoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), que provienen del omega- 3, generan mediadores con propiedades antiinflamatorias (Calder, 2010).
Vitamina E
El balance entre los ácidos grasos omega 3 y omega 6 es fundamental, ya que un consumo elevado de omega 6, sin la adecuada proporción de omega 3, puede provocar reacciones inflamatorias que agravan afecciones dérmicas. Además, la incorporación de vitamina E es esencial para estabilizar los ácidos grasos y evitar su oxidación, lo que potencia la efectividad de los suplementos nutricionales en la salud de la piel y el pelaje.
Como ya se mencionó anteriormente los ácidos grasos son elementos clave en la estructura de las membranas celulares, desempeñando un papel importante en la regulación de la función barrera de la piel y en la modulación de procesos inflamatorios. Por su parte, la vitamina E actúa como un potente antioxidante, protegiendo las células de la piel del estrés oxidativo, un factor que puede acelerar el envejecimiento celular y agravar problemas cutáneos.
La disminución de la inflamación, la mejora en la hidratación y el fortalecimiento de la estructura dérmica son beneficios que contribuyen a la nutrición de las mascotas, no solo mejorando su calidad de vida, sino también actuando de manera preventiva en el mantenimiento de una piel y un pelaje saludables y robustos.
Casos Clínicos documentados
(Barbeau-Grégoire y colaboradores, 2022) llevaron a cabo un metaanálisis que abarcó 72 estudios en perros y gatos, donde se evaluó la efectividad de diversas dietas terapéuticas y nutracéuticos en el tratamiento del dolor asociado a la osteoartritis, encontrando evidencia que respalda la eficacia analgésica de los ácidos grasos omega-3 en la alimentación.
Por otro lado, (Ravić y colaboradores, 2022) señalaron que la dieta de perros bien entrenados sometidos a un ejercicio intenso, que incluía aceite de pescado, mostró una mejora notable en los niveles de colesterol total, LDL y glucosa.
La producción de lípidos juega un papel crucial en la creación de nuevas membranas durante el proceso de división celular, así como en el almacenamiento de energía. Estas funciones son especialmente necesarias debido a la rápida proliferación de las células cancerosas, que requieren un suministro constante de recursos para su crecimiento y multiplicación (Zadra y Loda, 2018).
Conclusiones
La suplementación con omega 3, omega 6 y vitamina E representa una estrategia efectiva y segura para mejorar la salud de la piel y pelaje en mascotas. Estos nutrientes no solo contribuyen a una apariencia estética más saludable, sino que también refuerzan la barrera cutánea, mejoran la hidratación y reducen la inflamación. Estudios clínicos respaldan su uso regular en mascotas con problemas dermatológicos, así como en animales sanos que buscan mantener una piel y pelaje óptimos.
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